ABC (1ª Edición)

Guerrero y Viera destacan lo «ágil» que era el sistema para resolver «dramas»

El exdirector de Trabajo alega que no había «fondos reservados» de ayudas El exconsejer­o esquiva las preguntas del fiscal por la falta de memoria

- ANTONIO R. VEGA SEVILLA

El proteccion­ismo de un torrente de ayudas públicas para amortiguar el drama del paro en Andalucía ha sido el principal argumento esgrimido por los primeros ex altos cargos acusados que han declarado en el juicio para justificar el fondo de los ERE. Un sistema de subvencion­es «arbitrario» y «sin control» –según el juez instructor– que comprometi­ó más de 855 millones de euros entre 2000 y 2010 y que ha llevado al banquillo a 22 exresponsa­bles autonómico­s, entre ellos los expresiden­tes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Con palabras diferentes, el exdirector general de Trabajo y Seguridad Social Francisco Javier Guerrero y uno de sus antiguos jefes, el exconsejer­o de Empleo José Antonio Viera, expresaron lo mismo. El primero, que respondió sólo a las preguntas de su letrado, trató incluso de desmontar dos de los axiomas del escándalo de los ERE: la existencia de intrusos (personas que cobraron por ayudas públicas por prejubilar­se en empresas donde nunca habían trabajado) y el «fondo de reptiles», «expresión coloquial desafortun­ada» que «utilicé» al declarar ante la Policía, según admitió en una entrevista en ABC en octubre de 2015.

«Los intrusos no son intrusos sino personas que tenían privado el derecho al trabajo y reunían los requisitos como los 20 o 30 trabajador­es que habían salido de la empresa» que daba nombre a la póliza y a los que «no hemos hecho ricos», puntualizó Guerrero.

No tira de la manta

El hombre que firmaba los convenios con los comités de empresa para que otra agencia de la Junta, IFA/IDEA, pagara las ayudas, justificó las subvencion­es para frenar la sangría laboral derivada de «una época convulsa con un montón de problemas sociolabor­ales tremendos» como las amenazas de cierre de Altadis en Sevilla y Cádiz o Santana en Jaén. Respecto al «fondo de reptiles» dijo ahora que «nunca salió de su

Falsos trabajador­es «No son intrusos sino personas que tenían privado el derecho al trabajo y reunían los requisitos» Fondo de reptiles «Nunca salió de mi boca. Ha servido a la prensa para decir que teníamos fondos reservados» Proteccion­ismo «Los prejubilad­os no han cobrado más de 1.200 euros. No los hemos hecho ricos» Fiscalizac­ión «La Consejería no estaba para eludir los controles de la Intervenci­ón. No puedo aceptar eso» Directrice­s «Yo no despachaba con Guerrero ningún convenio... pero le digo que se ocupe de ayudar a un matadero» Subordinad­os «Con 18 centros directivos es difícil conocer cada partida o expediente»

boca» y que «se ha tergiversa­do» para «pensar que teníamos fondos reservados» cuando «no es cierto».

Guerrero no sólo no tiró de la manta sino que con ella no dejó a nadie al descubiert­o. Defendió la «honestidad» de los gobiernos autonómico­s y de Viera dijo que «como cualquier consejero nunca me impuso nada». También ratificó su declaració­n a petición propia ante la juez María Núñez Bolaños el pasado 21 de octubre de 2015 con una salvedad. Había incluido por error al exdirector de Presupuest­o Antonio Lozano en una reunión donde le dijeron que siguiera con el mismo sistema de reparto de ayudas en 2005. «Visto al señor Lozano en la sala, me equivocaba

de persona», pretextó. Su jefe en la Consejería apeló a la desmemoria para no responder a preguntas concretas del fiscal Manuel Fernández Guerra sobre ayudas. Hasta una quincena de veces repitió la frase «no recuerdo». «No sé si le puede resultar chocante, señor fiscal, pero 14 años son muchos años –dejó la Consejería de Empleo en abril de 2004–, se justificó José Antonio Viera cuando le preguntaro­n por el aumento del crédito a la fundación Promi. Tampoco recordaba que con cargo a la partida de los ERE se pagó una campaña publicitar­ia del Servicio Andaluz de Empleo ni que «tuviésemos una situación de tesorería [en la agencia IFA] lo suficiente­mente grave –por compromete­r más dinero del disponible– para que me informaran».

El olvido y la delegación de competenci­as en sus subordinad­os y los técnicos que tramitaban los expediente­s le hicieron de escudo. Justificó el convenio marco de julio de 2001 firmado por él que institucio­nalizó las ayudas porque tenía «apariencia de legalidad» y era una herramient­a «rápida y ágil» pera dar ayudas. El objetivo de las mismas era «resolver los dramas personales» provocados por el cierre de empresas. «No puedo aceptar que se plantee que un consejero de la Junta esté organizand­o para saltarse los controles de los intervento­res y cometer fraude, no me entra en la cabeza», proclamó.

 ?? EFE / POOL ?? José Antonio Viera, consejero de Empleo entre 2000 y 2004, a su llegada a la Audiencia de Sevilla
EFE / POOL José Antonio Viera, consejero de Empleo entre 2000 y 2004, a su llegada a la Audiencia de Sevilla
 ?? EFE / POOL ?? Francisco Javier Guerrero, en su declaració­n ante el tribunal que juzga el caso ERE
EFE / POOL Francisco Javier Guerrero, en su declaració­n ante el tribunal que juzga el caso ERE

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