Michelin factura 1.693 millones gracias a sus plantas en España
El grupo destaca la competitividad de las cuatro factorías que tiene en nuestro país
Michelin cerró 2017 con unos ingresos netos de 1.693 millones de euros. Una cifra que se alcanzó gracias a aumentar las ventas en un 1,5 por ciento respecto al año anterior, que ha servido para dar por superado un «año difícil» motivado por la subida en las materias primas. Así lo destacó Jean-Dominique Senard, presidente de Michelin, durante un encuentro que tuvo con los medios españoles en la presentación de resultados en París.
Senard –que dejará su cargo el próximo mes de mayo– destacó el papel relevante que han jugado las cuatro factorías de Michelín en España, –que dan empleo a 7.700 personas–, en los buenos resultados obtenidos por el grupo: «Gracias a los equipos comerciales españoles, hemos conseguido compensar el aumento de más de 700 millones de euros en los costes de materias primas, como el petróleo».
Michelin fabrica en Lasarte, Vitoria, Aranda de Duero y Valladolid entre el 12% y el 15% de su producción mundial, lo que convierte a España en su primer productor europeo y el segundo del mundo, tras Estados Unidos. En total, salieron de las cuatro fábricas españolas 424.000 toneladas de neumáticos, un 4,5 por ciento más que el año anterior.
Previsión para 2018
El grupo espera repetir los buenos resultados en 2018, para lo cual mantendrá su estrategia en neumáticos, servicios, experiencias y materiales. Senard quiere seguir mejorando su competitividad en Europa, y las plantas españolas tienen mucho que aportar. «No tengo ningún problema en invertir en España, sobre todo, porque a través de mejorar sus factorías, prevemos aumentar su capacidad», asegura, al mismo tiempo que añade que, aún así, «nunca se debe bajar la guardia». «Hay que luchar día a día, pero confío plenamente en los equipos españoles que han demostrado año tras año su capacidad de mejorar», manifiesta. Al mismo tiempo, el grupo quiere invertir en neumáticos basados en tecnologías punteras, además de en la digitalización para así «facilitar el trabajo de los empleados y preparar las fábricas para el futuro», concluye.