El caos en el SEPE obliga a renovar al personal de refuerzo
El presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Miguel Borra, advirtió ayer por la mañana de que «el Gobierno prescindirá en marzo de los 1.500 trabajadores contratados hace unos meses para reforzar el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), a pesar de que este organismo solicitó al Ministerio de Trabajo que prorrogara sus contratos durante todo este año».
En una entrevista con Carlos Herrera en Cope, Borra dijo a primera hora de la mañana que el SEPE necesita con urgencia más personal para gestionar tanto la avalancha de ERTE como del resto de prestaciones.
Sin embargo, horas más tarde, desde el Ministerio de Trabajo subrayaron a este periódico que «no se trata del fin de los contratos. Se renuevan de manera periódica y se procederá como en el mes de diciembre a su renovación. Por tanto, no es el punto final de la incorporación de los interinos al SEPE». Al mismo tiempo, añadieron, el Ministerio de Trabajo y Economía Social «está elaborando una relación de puestos de trabajo
(RTP) acorde con un organismo público que garantice un servicio de calidad y adecuado a las necesidades de los ciudadanos».
Tras conocer este anuncio del Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz, un portavoz de CSIF criticó que «sabiendo la carga de trabajo que hay en el SEPE, no tiene sentido que no se les
Sin empleo
haya hecho un contrato ya para todo el año. Gracias a nuestra denuncia ahora les renuevan».
Esta polémica se produce cuando la gestión del SEPE es un caos desde marzo ante la inmensa avalancha de ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo). A cierre de año aún había 755.613 trabajadores afectados.
Además, miles de personas todavía no han podido regularizar sus distintas situaciones (altas, bajas, cobro de prestaciones, desempleo, etc.) por la congestión que sufre este organismo público del Ministerio de Trabajo,
Al acabar 2020 había 3,88 millones de personas en paro y otros 755.613 en ERTE
tal y como ha publicado ABC en distintas ocasiones.
Cabe recordar que los sindicatos han denunciado que los sistemas informáticos de los que dispone ese organismo cuentan con más de 30 años de antigüedad. Un caos que se repite en las oficinas de la Seguridad Social para tramitar altas, bajas, pensiones y el Ingreso Mínimo Vital.
Borra afirmó que en los últimos diez años, como consecuencia de las políticas de recortes, el SEPE ha perdido 3.400 efectivos y cuenta ahora con cerca de 8.000 trabajadores, de los que un 30% son temporales, «una cifra totalmente insuficiente para atender a la ciudadanía».
No obstante, el presidente de CSIF –sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado– puso en valor el trabajo de las plantillas de este organismo, que han atendido a más de ocho millones de ciudadanos durante el año pasado, sobre todo desde marzo, «a pesar de que desde el Gobierno han demostrado que no tienen una apuesta clara por el SEPE».
Miguel Borra resaltó además el esfuerzo realizado por el colectivo de empleados públicos españoles para afrontar las necesidades derivadas del temporal y la pandemia. Sin embargo, apuntó que las necesidades «han puesto al descubierto las costuras del sistema tras años de recortes».