Arrimadas propone al PSC un pacto para frenar el separatismo
➤ Cs y el PP catalán, convencidos de que Illa buscará un acuerdo con Esquerra
Tras las próximas elecciones catalanas –en principio, y a la espera de que el TSJC lo confirme, el 14-F– la aritmética electoral parece conducir a una repetición del actual gobierno independentista de Junts y ERC o, de manera alternativa, una coalición de izquierdas con el concurso de ERC, Comunes y el PSC, con este último partido apoyando al ejecutivo de forma interna o externa. La participación de Esquerra en una u otra fórmula se da por descontada, algo a lo que no se resigna la presidenta de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, que ayer reclamó un Govern de Cs y el PSC tras las elecciones catalanas, algo no obstante que numéricamente es ahora improbable ante el previsible desplome del partido naranja. Para Arrimadas, en cualquier caso, este Ejecutvo sería «el más centrado y mejor que se puede hacer». En Sabadell (Barcelona), donde acudió a apoyar al candidato del partido, Carlos Carrizosa, esta fórmula de gobierno constitucionalista es la única que garantiza, dijo, «un Govern sensato, limpio y libre de corrupción, que no ceda a los chantajes separatistas».
«Desmovilizados»
«El independentismo está desmovilizado. La única manera de resucitar el ‘procés’ es que el PSC pueda elegir tripartito», añadió la líder de la formación naranja. En la misma línea, y según Carrizosa, «ERC y PSC se pelean en público pero en privado están preparando un tripartito», una tesis que es compartida por el PP, que da por descontado que Salvador Illa (PSC) tratará de armar una alianza con ERC.
Los movimientos en el campo constitucionalista tienen también su traslación
Rectificación en la CUP La militancia de la CUP fuerza un cambio de estrategia y descarta sumarse a un ejecutivo
en el independentista. Así, por ejemplo, la militancia de la CUP ha dado este fin de semana un revolcón a la candidatura liderada por Dolors Sabater, que había apuntado la posibilidad de integrarse en un ejecutivo secesionista, y no solo apoyarlo de manera externa, como en esta legislatura. La militancia de la formación, «desacomplejadamente asamblearia», como ayer presumían, ha forzado una rectificación.