Castells frena la puesta en marcha de las nuevas universidades de Madrid
El último borrador del decreto de creación de campus acorta el plazo a solo dos años para que se pongan en marcha
Castells ha dado un paso más en su intención de endurecer la creación de nuevas universidades y, así, frenar los planes de la Comunidad de Madrid. El último borrador del real decreto de creación de universidades, al que ha accedido ABC, fija un plazo de dos años para la puesta en marcha de los nuevos campus tras la aprobación de las comunidades autónomas. El artículo 11, sobre «Autorización de inicio de actividades de una universidad», señala ahora que «el procedimiento de autorización se iniciará a solicitud de la persona física o jurídica que promueve la universidad, y se presentará ante el órgano competente de la comunidad (...). El plazo máximo para solicitar dicha autorización será de dos años a contar desde la aprobación de la creación o el reconocimiento de la universidad».
De esta forma, se complica el trámite, debido a los plazos administrativos por los que tienen que pasar las universidades. Por ejemplo, los que exigen las agencias de evaluación de calidad y acreditación como la Aneca, y, además, «pone en duda su viabilidad por lo reducido de los plazos y la necesidad de que los proyectos maduren de forma reposada para tener la calidad suficiente», denuncian fuentes universitarias. «El plazo máximo de dos años es excesivamente corto para cumplir con todas las exigencias de puesta en marcha de las universidades. Carece de sentido porque lo que debe importar es que se implanten bien los títulos, con garantías, no que se hagan apresuradamente», apunta
María Jesús Moro, portavoz de Universidades del Partido Popular en el Congreso y profesora Derecho Civil.
El nuevo requisito afecta fundamentalmente a la Comunidad de Madrid. ¿Por qué? Actualmente, en la región hay cuatro universidades privadas que están en mitad de su proceso de puesta en marcha: Colegio universitario de estudios financieros en Madrid (Cunef), ESIC Business & Marketing School, Universidad de Villanueva y la recientemente aprobada Universidad Internacional de la Empresa. En el mismo grupo se incluye la Universidad de las Hespérides de las islas Canarias. Todas ellas se diseñaron bajo la normativa del anterior Gobierno, que planteaba una especialización de los centros universitarios «y que seguramente se van a ver afectadas por el nuevo real decreto», denuncian las mismas fuentes universitarias.
El secretario General de Universidades, José Manuel Pingarrón, dijo que no se acortan los plazos, «se dan dos años para que una vez aprobada solicite a la comunidad autónoma la autorización de actividades». Pese a que el borrador anterior no habla de plazos, replicó que «no había, pero no tiene sentido que se apruebe una universidad y que no pidan iniciar actividades en dos años». Añadió, que, además, el real decreto, «no va contra ninguna autonomía. Nos da igual cuantas haya siempre y cuando sean de calidad suficiente», defendió.
Valor al castellano
Desde el Gobierno de Ayuso se ha apostado por el objetivo de que la comunidad se convierta en un centro internacional universitario capaz de atraer el mejor talento de estudiantes universitarios España y favorecer la atracción de talento investigador a la región. «Madrid cumple con los requisitos para ser un destino universitario atractivo. Además, por el valor que le da al español como lengua de estudio, combinada con una creciente oferta en inglés, favorece su atractivo frente a otras ciudades españolas», apunta Jorge Sainz, exsecretario general de Universidades. Otro cambio relevante en el último borrador de Castells es la reducción de la obligación de los profesores de máster de ser doctores. Del 70% que exigía la última versión se pasa al 50%. Este cambio ha extrañado a los expertos consultados ya que es contrario al endurecimiento de las exigencias del ministerio.
Cuatro en marcha El decreto afecta a Cunef, ESIC, Villanueva y la Universidad Internacional de Empresa