El FMI alerta de que se han triplicado las empresas en riesgo de estar en bono basura
La recuperación corre peligro si los estímulos son insuficientes y la vacunación es dispar
Todo el panorama económico, social y político gira en torno a un acontecimiento: la marcha de la vacunación, y ello determinará aspectos tan indirectos como las condiciones financieras en los mercados internacionales. Así lo recoge el informe sobre estabilidad financiera mundial que publicó ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que alerta de que «una distribución desigual de las vacunas podría agravar las vulnerabilidades financieras». Y con ritmos de vacunación diferentes, la recuperación económica avanzará a varias velocidades. Una desigualdad en el crecimiento que, según el FMI, «puede hacer peligrar la solidez del sistema financiero».
Ello da cuenta de la fragilidad de la mejora económica, por lo que el FMI llama a las autoridades fiscales y monetarias a seguir desplegando estímulos hasta que la inmunidad sea generalizada, vacunas mediante. Pero, al mismo tiempo, ir pensando en retirarlas a largo plazo. «Si las ayudas no son suficientes, podría ponerse en peligro la recuperación de la economía mundial», alerta la institución dirigida por Kristalina Georgieva.
El organismo también detecta «un exceso de confianza filtrándose en los mercados por el nuevo aumento de las valoraciones de activos», por lo que «las autoridades económicas también deben estar preparadas para hacer frente a los riesgos de corrección de los mercados». En definitiva, el peligro de que el efecto precipicio ante el fin de los estímulos sea contraproducente para la economía cuando se retiren. Todo ello en un momento en el que la institución constata que la elevada liquidez está inflando determinados activos de riesgo.
Por el momento, eso sí, el FMI cree que la crisis actual es bien distinta a la de 2008. «Las tasas de morosidad de las grandes empresas se han mantenido muy por debajo de los niveles máximos anteriores, mientras que las quiebras de empresas más pequeñas han seguido siendo reducidas y, en algunos casos, han disminuido», reseña.
Pero los problemas de solvencia laten bajo la superficie de la economía mundial, y la institución llama la atención sobre que las empresas con calificación de bono basura (es decir, que no llegan a «BBB-», los llamados «ángeles caídos») se han triplicado en todo el planeta desde que estalló la pandemia. En EE.UU. y la UE, sin ir más lejos, «la posibilidad de que se produzcan nuevas rebajas de las calificaciones es elevada», destaca.
Efecto precipicio
Y si bien las tasas de mora se mantienen a raya, los bancos pueden verse afectados por «los problemas de rentabilidad en un entorno de bajas tasas de interés», que «ponen en entredicho la capacidad o voluntad de los bancos de seguir ofreciendo crédito en los próximos trimestres». Esta amenaza a que se produzca una restricción del crédito pasará su prueba de fuego «una vez se retiren las políticas de apoyo», especialmente «donde la recuperación se retrase». La institución no espera que España recupere su PIB precrisis ni en 2022 y augura que nuestro país crecerá un 5,9% en 2021, lo que contrasta con la estimación del Ejecutivo, del 9,8%.
Crédito al alza
Calentamiento La institución avisa de «un exceso de confianza en los mercados» en ciertos activos
Precisamente, entre los países analizados por el FMI, España es el tercero en el que más ha aumentado el crédito bancario a empresas frente a la media, con algo más de un punto, por encima de Alemania y la Eurozona (donde ha subido en torno a medio punto). Polonia es el país en el que más ha aumentado el crédito bancario mientras que en comparación, territorios como Italia han experimentado una contracción de la financiación durante la pandemia; en su caso de más de un punto. Este incremento del crédito también se está dirigiendo a las familias en determinados países. En el caso de los hogares, el FMI advierte del riesgo de un aumento de la deuda espoleado por las condiciones financieras acomodaticias, subrayando que las tensiones han sido mitigadas por el momento mediante ayudas públicas y bajos tipos de interés, aunque los hogares más pobres han sufrido con más intensidad.