¡Toñi devuélveme el Mini!
DENUNCIA DEL EXMARIDO CONTRA ELLA Y SU HIJO POR ROBO
Toñi Salazar ha empezado el año de la peor forma posible. El 27 de enero acudía a los juzgados de Marbella para declarar por la denuncia que su expareja, el productor musical Pedro Rilo, le interpuso después de que ella y su hijo en común, Borja Rilo, asaltaran su casa. Unos hechos que, en el peor de los casos, podrían llevarle a la cárcel. Acusados de robo, intimidación, amenazas y allanamiento de morada, Toñi y Borja se habrían apropiado de un Mini Cooper, propiedad del asturiano, que habrían sustraído durante el supuesto asalto.
En su breve comparecencia ante la autoridad judicial, Toñi se negó a responder a las preguntas y se limitó a explicar que ella y su hijo no cometieron delito alguno al acceder a la casa, pues lo hicieron llamando a un cerrajero y con la connivencia del denunciante. Toñi y su hijo negaron también haber robado el coche del productor –y cuya titular es la madre de él– asegurando el joven que lo cogió prestado debido a la buena relación que mantiene con su progenitor adoptivo, que le dio sus apellidos cuando cumplió 5 años. ABC ha confirmado que Borja incurrió en un grave error al reconocer en sede judicial que su intención era vender el Mini y que su único interés era hacerse con las llaves que descansaban en el interior de la vivienda. Para construir su versión, el joven –con un largo historial delictivo– afirmó que tenía autorización de su abuela, a quien no ve desde los 16
años, para realizar la venta: «Si presenta un documento con la firma de mi madre, seguirán complicándose las cosas porque se tratará de una falsificación».
Aunque pasarán unos días hasta que se conozca cuál será el desarrollo del procedimiento, ABC ha podido saber que el juzgado número 5 de Marbella ya ha solicitado que se haga entrega del vehículo a su propietario «en concepto de depositario y a resultas de la presente causa». Pedro ha ganado la primera de las batallas que todavía tendrá que librar en los juzgados contra la que era su familia. No solo por la vía penal, pues también ha demandado a su expareja por intromisión al honor.