El príncipe, la poeta y la hijastra, tres modelos que rompen moldes
Nicolás de Dinamarca, Amanda Gorman y Ella Emhoff abren horizontes en un sector necesitado de nuevos iconos
Tres décadas atrás, aquello de «mamá, quiero ser artista...» que entonara Concha Velasco se puso demodé. Las niñas soñaban con ser modelos y si le añadían el prefijo «súper», mejor. La diferencia es que lo que antes asombraba –mujeres pluscuamperfectas–, ahora no ha llamado tanto la atención como el fichaje para la agencia de modelos más poderosa del mundo de una chavala vestida de croché y con las axilas sin depilar: Ella Emhoff (21 años). Unos días antes, la misma agencia presentó otro contrato de relumbrón, el de la poeta y activista californiana Amanda Gorman (22), potente voz del nuevo feminismo y la diversidad. Sus respectivos cachés son una incógnita, pero el impacto publicitario de ambos fichajes podría cuantificarse en millones.
Ella Emhoff y Amanda Gorman fueron las protagonistas no políticas de la investidura de Joe Biden (78) como presidente de EE.UU. Y Emma llamó más la atención por su bonito abrigo de Miu Miu que por su condición de hijastra de madame vicepresidenta, Kamala
Harris (56), a quien se refiere como «Mamama». Hija del aguerrido abogado Douglas Emhoff y su primera esposa, Kerstin Mackin, y estudiante de último curso de Arte de la Escuela Parsons de Nueva York, los ejecutivos de IMG se fijaron en la nueva chica de moda hace meses. Ivan Bart, presidente de la agencia, ha asegurado a NBC que la conoció el verano pasado durante una recaudación de fondos políticos. En su opinión, es un «icono de nuestro tiempo», pues «transmite descaro y alegría». Emhoff, que como muchas adolescentes lidiaba con una baja autoestima, ha confesado a «The New York Times» que siempre se sintió «intimidada en un mundo que está hiperconcentrado en el cuerpo». Pero acepta el reto de la sobreexposición, mientras que su número de seguidores crece como la espuma en Instagram (373.000), donde muestra sus habilidades como tejedora de ropa que vende a través de una tienda on-line en la que figuran las tallas, aunque no los precios. También pinta, tatúa y hace cerámica.
A Amanda Gorman, primera Poeta Juvenil Laureada Nacional de Estados Unidos en 2017 y graduaba en Sociología con honores por la Universidad de Harvard, le bastaron cinco minutos para convertirse en un icono no solo por recitar durante la ceremonia de inauguración de la presidencia su poema «The hill we climb», sino también por su abrigo amarillo de Prada que, por cierto, no estrenó en tan solemne ocasión: en octubre de 2020, la activista agradecía desde sus redes sociales a la marca italiana el regalazo con un posado y por haber «dando a esta pequeña escritora encerrada algún incentivo para pavonearse». Su nuevo momento será en la final de la Super Bowl, el 7 de febrero.
En la vieja Europa, las agencias de moda se han abierto a la diversidad no solo en los que respecta a las tallas, edades o género; también en la cuna. Porque nacer en el seno de una dinastía real (la Casa de Glücksburg) y lucir un título nobiliario no parece casar con los desfiles. Pero el Príncipe Nicolás (21), conde de Monpezat, hijo de padres divorciados –el Príncipe Joaquín y Alexandra Manley–, nieto de la Reina Margarita de Dinamarca y octavo en la sucesión al Trono se toma muy en serio su condición de modelo. Cuando debutó en 2018 para Burberry, más de uno apostó a que no iría muy lejos. Pero ahí sigue, con un estupendo portfolio en la agencia danesa Scoop Models. Mide 1,89 metros, ha estudiado en la Escuela de Negocios de Copenhague y su patrimonio neto supera el millón de euros. Además, no está soltero: desde hace años sale con Benedikte Thoustrup, heredera de una poderosa saga de banqueros.
IMG La conocida agencia ha fichado a dos protagonistas de la investidura de Biden