CONTAMINACIÓN ACÚSTICA Y POCO MÁS
Insultos, denuestos y descalificaciones a periodistas, a medios y a la profesión en general. Nada nuevo en la monserga podemita, en busca del último «franquista» en la prensa
El ideólogo podemita criticó ayer severamente a la Asociación de la Prensa de Madrid, que, como es su deber, había amparado a los dos últimos periodistas acosados por los dirigentes populistas y sus órganos no oficiales de expresión (por llamar a aquello de alguna manera). Su vomitona de denuestos a la APM es un insulto a la profesión, ratifica el nulo valor que desde Podemos se da a la libertad de información y confirma que va a ser difícil que el discurso de Monedero se aleje de la mera contaminación acústica. No da para más. Te descuidas un minuto y ya la ha emprendido contra cuatro o cinco periodistas o ha tildado de «franquistas» a un par de medios, incluso a los que él acude como tertuliano, que le pagan por ello y que parecen encantados con tener de colaborador a un individuo que los desprecia o incluso insulta allí mismo, en directo. El día que a Monedero le salga una idea medio interesante será noticia. En el fondo de esta actitud tan hostil a los medios está su desprecio a la libertad y un alejamiento sideral de la realidad. Ayer mismo Iglesias acusaba a la prensa de ser «el brazo mediático del poder», como si él no fuese vicepresidente del Gobierno.