EL EFECTO ILLA Y DEMÁS
De tener éxito habrá que andarse con cuidado con decir que Franco creó la mayor red de pantanos en la historia de España
RESULTA que, en efecto, existe un ‘efecto Illa’. Pero es justo el opuesto al que sus diseñadores habían pensado. El profesor de filosofía, en vez de atraer al PSC los catalanes moderados, progresistas, hartos de las extravagancias de Podemos, de la arrogancia de Junts, de la redundancia de ERC, de la inoperancia de Cs y de la intolerancia de los pequeños, lo que ha logrado es reunir a todas las fuerzas contra él. Además por una bagatela: por no vacunarse contra el virus. No sabemos si por haberse olvidado, algo de perdonar en un profesor de filosofía, o por haberlo hecho saltándose la vez, lo que sería más grave. En cualquier caso, el corredor en cabeza se ha mezclado con el pelotón 48 horas antes de votarse. Mala cosa. Y entre los demás, ninguno destaca. Al revés, todos tienen una severa carga encima.
Iglesias el que más, con sus salidas de tono, que ya son diarias hasta el punto de empezar a aburrir. ¿A quién puede extrañar que vea «anormalidades» en la democracia española? Primero, porque la democracia es la menos mala de las formas de gobierno, o sea, tiene fallos. A no ser que al líder de Podemos lo que le moleste sea que tengamos una democracia, cosa posible porque a él le gustan regímenes como los de Venezuela, Irán o la propia Rusia, que pueden calificarse de cualquier forma menos de democracias. Aunque lo que de verdad me asusta es que Podemos quiera suprimir del Código Penal las injurias al Rey, los ultrajes a la bandera, el enaltecimiento del terrorismo y hasta a sus víctimas. Al mismo tiempo que intenta introducir un nuevo delito: la apología del franquismo. De tener éxito, y tal como van las cosas puede que lo tenga, habrá que andarse con cuidado con decir que Franco creó la mayor red de pantanos en la historia de España. Y es que los comunistas son así.
Son unos señores con un plan muy concreto, que siguen al pie de la letra: primero, empobrecer un país de tal forma que el común de la gente esté tan obsesionada por poder comer cada día que se olvide de todo lo demás, empezando por la libertad. Luego, crear una red de control en prensa, justicia y fuerzas de seguridad que controlen hasta el menor indicio de disidencia, como contó Djilas en su ‘Nueva Clase’. Y ellos, a gobernar ‘ad calendas graecas’.
¿Lo sabía Pedro Sánchez al gobernar con ellos? Supongo que sí, pues nos dijo que le producía pesadillas sólo pensar en ello. Pero lo formó. ¿Qué le hizo cambiar de opinión? Posiblemente, pensar que les engañaría como a todos. Producto de su ignorancia: siempre que ‘socis’ y ‘comis’ se aparejaron, se impusieron los segundos, pese a ser menos. Pero más de izquierdas.