Los congresistas estuvieron a punto de caer en manos de la turba, según nuevos vídeos
∑ La acusación muestra imágenes del asalto al Capitolio en el juicio político a Trump
Las pruebas que los demócratas han presentado en Washington sobre la implicación de Donald Trump en la insurrección del Capitolio han caído sobre Washington como un telón final en el gran drama de la presidencia del expresidente hoy sometido a su segundo juicio político. Nuevos vídeos, nuevas fotografías, nuevas declaraciones dejan al descubierto, según los fiscales, a un mandatario determinado a hacer lo que fuera necesario para perpetuarse en el poder. Sólo queda que esos fiscales, asistidos por los demócratas, convenzan a al menos 17 republicanos para inhabilitar a Trump para siempre.
Tanto el jueves como el miércoles fueron de los días más sombríos en la historia de la joven nación. Las caras de los senadores en el hemiciclo revelaban su hastío y, en ocasiones, su ira por el saqueo de la misma sala en la que se hallaban. Incluso los republicanos que el martes votaron en contra de juzgar a Trump en este nuevo ‘impeachment’ no podían ocultar su disgusto. Estos conservadores se siguen aferrando a los tecnicismos para seguir amparando a Trump: es inconstitucional, dicen, recusar con el ‘impeachment’ a un mandatario que ya no ejerce.
El senador Mitt Romney escuchaba atento, visiblemente emocionado, mientras los diputados que ejercen la acusación describían cómo aquel 6 de enero probablemente había salvado la vida por unos instantes, al ser alertado por un policía de que le seguía la turba, dispuesta a linchar a los republicanos que se negaban a plegarse ante los designios de Trump. Romney dio medio vuelta y, corriendo, les dio esquinazo, gracias a la intervención del agente, Eugene Goodman, un héroe que en otro instante se enfrentó a la masa enfurecida a solas, tratando de alejarla del hemiciclo. En uno de los descansos, su señoría se acercó al agente, que estaba entre el público en las gradas, y le dio las gracias por su coraje.
Lo mismo que Romney, las pruebas de la Fiscalía demuestran que se salvaron por unos minutos el vicepresidente,
Argumentos contra el expresidente
Los fiscales recuerdan que alentó a sus seguidores a luchar «como fieras» contra el resultado electoral y que, tras los hechos, no mostró arrepentimiento
La tesis de la defensa
Los republicanos que se oponen a la condena creen inconstitucional recusar con el ‘impeachment’ a un mandatario que ya no ejerce el cargo
Mike Pence, y el líder demócrata, Chuck Schumer. Se oía a la masa rugir, amenazar a demócratas y republicanos por igual para anular la validación de las elecciones, que era lo que iba a ocurrir en el Capitolio, sede del poder legislativo, aquella aciaga tarde del 6 de enero. «¡Ahorcad a Pence!», gritaban caras desencajadas y palos en mano.
Un saldo de cinco muertos
Los hechos son los que son, y son incontestables. Cinco personas murieron en el asalto, incluido un agente de policía asesinado a golpes. Otros dos uniformados se han suicidado después. La gran incógnita es si los republicanos aceptarán el razonamiento de los demócratas que ejercen la acusación de que el responsable último, el instigador real, es el expresidente Trump.
Los fiscales reprodujeron ayer decenas de vídeos de Trump, en los que este, desde mucho antes de enero de 2021, glorificar la mano dura con sus detractores. Fue una sucesión de provocaciones, que culminó en su notorio discurso ante la Casa Blanca el 6 de enero, programado para que acabara justo cuando el Capitolio se disponía a validar la victoria de Biden. Allí, el expresidente dejó para la posteridad la invitación a sus partidarios de que marcharan al Capitolio y lucharan «como fieras».
«Lo ocurrido el 6 de enero no fue un cambio radical e inesperado de alguien con un carácter pacífico y respetuoso con la ley, no. Este fue siempre su estado de ánimo», dijo a los senadores el coordinador de la Fiscalía, el diputado demócrata Jamie Raskin, después de mostrar los vídeos de Trump. «Sabía que, animados por sus mensajes de Twitter y sus promesas de que las cosas en Washington se saldrían de madre, sus seguidores más fieles le obedecerían, listos a atacar, listos para ejercer una violencia extrema y, como él dijo, para luchar como fieras por su héroe», añadió Raskin, ante un silencio sepulcral (los senadores deben estar callados por ley durante este juicio político).
El otro gran argumento de la Fiscalía fue la falta absoluta de remordimientos de Trump. El presidente se fue de la Casa Blanca sin dar su brazo a torcer, sin admitir su derrota, sin pedir perdón a nadie por nada. Es más, cuando ya había muertos sobre la mesa, el mismo Trump dijo en Twitter que los saqueadores eran «gente maravillosa» a la que él amaba. Para el fiscal y diputado Ted Lieu, «lo que hizo el presidente Trump fue deshonroso, fue antiamericano, y provocó muertes». «Difundió
mentiras para incitar a un ataque violento contra el Capitolio, contra las fuerzas del orden y contra todos nosotros, y luego volvió a mentir a sus partidarios para decirles que todo estaba bien, que todo era aceptable. Y es por eso que el presidente Trump es tan peligroso. Porque quiere que todos nosotros, todos los estadounidenses, creamos que cualquier presidente que venga después de él puede hacer exactamente lo mismo. Por eso la falta de remordimiento es un factor importante en el juicio político. Porque el juicio político, la condena y la descalificación no son sólo importantes para remediar el pasado, sino también de cara a futuro, para asegurarnos de que ningún futuro funcionario, ningún futuro presidente, hará lo mismo que hizo el presidente Trump», añadió Lieu, con un tono serio y contundente.
Necesitan 17 republicanos
Sin embargo, no es un secreto que los fiscales tienen pocas esperanzas de lograr una condena firme. Los 50 senadores demócratas necesitan de 17 republicanos para poder inhabilitar a Trump en este su segundo ‘impeachment’.
De momento, sólo seis conservadores han dado señales de que se plantean condenarle. Ayer, sin embargo, el propio presidente Biden, preguntado por sus impresiones del juicio, dijo en el Despacho Oval que está convencido de que hay republicanos que al final asumirán la patente gravedad de los hechos, y la parte protagonista de Trump en ellos. «Creo que el Senado tiene un trabajo muy importante que completar. Y creo que es posible que algunas opiniones hayan cambiado», dijo Biden.