La Comisión alerta al Gobierno sobre el alud de insolvencias
Bruselas confía en que la recuperación empezará el segundo semestre de este año
La Comisión Europea prevé que el PIB español crecerá un 5,6% en 2021 y un 5,3% en 2022, cuando se pueda recuperar el turismo si la estrategia de vacunación alcanza su velocidad de crucero. Las previsiones comunitarias de invierno para España son algo optimistas aunque menos que las del Gobierno, y apuntan al peligro que supondrá la cascada de insolvencia empresarial que se avecina. El comisario de Economía Paolo Gentiloni ha advertido también que estas previsiones no tienen en cuenta todavía los efectos que se espera que tendrán los planes de recuperación que el Gobierno español tiene que presentar. En estos momentos Bruselas y Madrid están en el análisis de los dos puntos más importantes, que son las reformas de las pensiones y la del mercado laboral.
En el caso español, la Comisión llama la atención sobre el esperado aumento en insolvencias societarias a medida que se reduzcan las medidas de apoyo, concentradas en los sectores más afectados por las restricciones de actividad, lo que podría conducir a un fuerte aumento del desempleo.
Por ahora, se constata que tras la contracción sin precedentes en la primera mitad del año, el crecimiento del PIB en España repuntó con fuerza en el tercer trimestre de 2020 principalmente impulsado por la demanda interna, con un fuerte incremento tanto en consumo e inversión. Las exportaciones netas también contribuyeron positivamente al crecimiento. Sin embargo, constatan que las medidas de contención de la actividad que comenzaron a reintroducirse en agosto han continuado y se han intensificado aún más por lo que las actividades de movilidad e interacción social disminuyeron, debilitando así la actividad económica. A pesar de que el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre se mantuvo en territorio positivo (0,4%), en términos anuales se constata una caída del 11%.
Las perspectivas a corto plazo se ven empañadas por la intensidad de la enfermedad y las medidas de confinamiento en casi todas las regiones por lo que se espera que el consumo y la inversión privados caerán en el primer trimestre antes de recuperarse ligeramente en el segundo. A medida que el proceso de vacunación alcance su velocidad de crucero y se eliminen las restricciones, la actividad económica debería recuperarse con fuerza durante la segunda mitad de 2021. Gentiloni asegura que el comportamiento de la economía española en la última parte de 2020 «nos permite pensar que va a haber un rebote fuerte en los próximos dos años. Igual que lo he dicho para el caso de Italia, no hemos incorporado los efectos del plan de recuperación para España, aunque este plan está ya muy avanzado y nuestros servicios están trabajando, centrados ahora en la reforma del mercado de trabajo y en la de las pensiones», las dos piezas clave en cuya definición el Gobierno sigue atascado.