ADE, UNA ASOCIACIÓN AL SERVICIO DE LA DIPLOMACIA
El objetivo principal de la ADE es propiciar el proyecto de una España con peso en el mundo
SON 930 los miembros, hombres y mujeres, que integran el servicio diplomático español. De ellos, 552 en activo (60% del total) y 128 jubilados están afiliados a la Asociación de Diplomáticos Españoles, una agrupación de carácter sindical y por tanto profesional y corporativa, sin ningún tipo de afiliación política o ideológica, concebida para la protección y promoción de los intereses y necesidades de sus miembros. Y al mismo tiempo, con una finalidad general: la de contar con un servicio diplomático capaz de hacer frente con eficacia y rigor a las exigencias de la proyección exterior de España y de sus ciudadanos. Nuestro elevado número de afiliados nos legitima para participar activamente en todos los debates que tengan que ver con el presente y el futuro de nuestra profesión.
Nacida en 1990, la ADE forma parte de Fedeca, la Federación Española de Asociaciones de Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado, que integra a 45 asociaciones profesionales y sindicatos de funcionarios de carrera con una gran diversidad de profesiones: abogados, economistas, ingenieros, arquitectos, médicos, diplomáticos y un largo etcétera. Fedeca, en resumen, ostenta la representación de unos 15.000 profesionales altamente cualificados, que cuentan con una titulación académica superior y que han accedido a sus puestos de trabajo previa superación de duras pruebas basadas en el mérito y la capacidad.
No fue fácil para Fedeca abrirse camino en el terreno de las organizaciones tradicionales de tipo sindical, que en 2006 pretendieron impedir la presencia de la federación en las correspondientes elecciones sindicales, dando lugar a una disputa que acabó en el Tribunal Constitucional con el reconocimiento en 2008 de su naturaleza sindical. Por similares razones, no cree la ADE que los intereses de sus afiliados estén adecuadamente representados por los sindicatos tradicionales. Ello nos llevó en su momento a integrarnos en el ámbito general de la federación y a mantener desde entonces nuestro compromiso con sus valores.
El objetivo principal de la ADE es propiciar el proyecto y la realidad de una España con peso e influencia en el mundo actual y que para conseguirlo cuente, entre otras cosas, con un servicio exterior moderno, eficiente, con medios y recursos adecuados, adaptado a las tecnologías de vanguardia y con suficiente agilidad como para hacer frente a los complicados retos del tiempo presente.
Hace apenas dos meses que, siguiendo el mandato de nuestros estatutos, la ADE ha renovado la composición de su junta directiva. Los 12 miembros de la nueva junta deseamos mantener un diálogo permanente y abierto con nuestros afiliados, con todos los miembros de la carrera diplomática y con los responsables ministeriales para hacer avanzar las reivindicaciones del colectivo en aras de garantizar un mejor rendimiento de nuestras obligaciones profesionales. Y para ello contamos también con reforzar nuestra colaboración con otros grupos asociativos que en el Ministerio de Asuntos Exteriores existen.
Me gustaría por último hacer llegar a todos los miembros de la carrera diplomática que todavía no lo son de la ADE –muy particularmente a los jóvenes– mi ruego para que sumen sus capacidades a las nuestras, en la convicción de que cuantos más seamos más fuerza tendremos para obtener satisfacción a nuestras demandas. Que tienen una última razón de ser: prestar un mejor servicio a España y a sus ciudadanos.