Espaldarazo a García Egea y ausencia de autocrítica en el PP
Casado confirmó ayer a todo su equipo y anunció una convención en otoño
El pésimo resultado de las elecciones catalanas para el PP fue seguido de críticas en algunos sectores del partido, que reclamaron una revisión de la estrategia y equipos reforzados para consolidarse como alternativa al Gobierno. Ayer, sin embargo, en el Comité Ejecutivo Nacional no se escuchó una sola voz discordante. La culpa fue de Bárcenas y de la abstención, Alejandro Fernández fue el mejor candidato, y el partido en su conjunto hizo un trabajo magnífico en la campaña. Ese es el resumen del análisis que se hizo ayer en la sede nacional del partido.
En su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional, Pablo Casado valoró el apoyo de los barones del PP en la campaña catalana, algo que los convierte, de hecho, en corresponsables de los resultados, o así lo entienden en Génova. «Os agradezco a todos vuestra implicación en campaña, en especial a los presidentes autonómicos y alcaldes, para llegar a todo el territorio, y para dar un enfoque nacional que el resto de partidos había dado también».
En el capítulo de agradecimientos hubo otro que no pasó desapercibido al secretario general, Teodoro García Egea, objeto de críticas en algunos sectores del PP por su trabajo como número dos: «Quiero agradecer al secretario general, los vicesecretarios y los portavoces su trabajo al servicio del PP catalán». García Egea está llevando a cabo una renovación interna en el partido, en los congresos provinciales, que no siempre le depara nuevos amigos. Es un puesto de choque interno, el que tiene que dar la cara para llevar a cabo esa renovación y afianzar el proyecto de Casado en todos los rincones. Es un puesto dentro de la formación muy apropiado para ganarse
El líder del PP agradeció a los barones su implicación en la campaña para dar un enfoque nacional
enemigos internos, que no desaprovechan una oportunidad como la del 14-F para apuntarle a él como responsable de una estrategia fallida.
Al terminar el Comité Ejecutivo Nacional, Casado reunió a su Comité de Dirección, en el que participan el secretario general, los vicesecretarios y los portavoces parlamentarios. Fue un espaldarazo a todos ellos, a quienes felicitó por su labor. «Me siento orgulloso de todos vosotros», subrayó.
En su discurso previo, faltó autocrítica. Fue, sobre todo, una reafirmación del rumbo emprendido con la hoja de ruta que marcó en la moción de censura de octubre, cuando rompió de forma definitiva con Vox. Casado no tiene ninguna intención de cambiar su itinerario ni su proyecto de centralidad y así lo dejó claro, con el apoyo de los barones.
«No solo debemos seguir en la centralidad, también debemos hacer que España lo esté, para que las elecciones vuelvan a ganarse ahí y no en los extremos», avisó el líder del PP, quien advirtió de que no quiere ganar en la radicalidad.
Sociedad civil
En clave nacional, Casado explicó que el PP se encuentra ahora mismo casi en empate técnico con el PSOE, según la mayoría de las encuestas, pero debe subir más y hacerlo más rápido. Con ese objetivo, anunció que el PP celebrará una convención nacional en otoño, que se impulsará con un documento político estratégico como convocatoria abierta a los españoles. El objetivo de Casado sigue siendo incorporar a representantes de la sociedad civil, de distintos sectores y captar talento dentro y fuera del PP.
Casado insistió en reafirmar su propósito de ampliar su base electoral en el centro político y abrir las puertas del partido a más gente. «vengan del proyecto político que vengan, siempre que compartan los principios y valores constitucionales y europeístas».
Entre los dirigentes del PP no hubo un solo comentario sobre el ataque directo que la exportavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo había dedicado a Casado esa mañana: «No le hemos dedicado ni un segundo».