El G-7 ofrece 3.200 millones de euros para inmunizar a países sin recursos
• Quiere contrarrestar la influencia de Rusia y China en el reparto mundial de dosis
Los líderes de los países del G-7 han prometido donar más de 3.200 millones de euros a las iniciativas ACT-Accelarator y COVAX, puestas en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que pretenden apoyar las campañas de vacunación contra el Covid-19 en los países más pobres. En un comunicado conjunto, los líderes del G-7, que agrupan a los principales poderes económicos a nivel global, trasladaron ayer su «decisión» de «trabajar juntos» para vencer a la pandemia e intensificar la cooperación en la respuesta sanitaria.
Los países ricos se han asegurado hasta ahora dos tercios de las dosis de vacunas, aunque solo representan el 16% de la población mundial. Hasta ahora, solo el 0,5% de todas las vacunas han sido recibidas por personas residentes en los países más pobres.
Durante la reunión telemática, los siete líderes estuvieron de acuerdo en la necesidad de restringir cualquier tipo de «nacionalismo sanitario» y reconocieron la conveniencia de contrarrestar la política de influencia sobre la distribución internacional de vacunas que llevan a cabo Rusia y China. Moscú ha negociado acuerdos con más de 50 países para su vacuna Sputnik V, incluyendo a Hungría, el país miembro de la UE, y Serbia, aspirante a serlo. «Nos preguntamos qué hace Rusia ofreciendo teóricamente millones de dosis a otros países cuando no avanza lo suficiente vacunando a su propia gente», señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Cien días
Durante su intervención, el primer ministro británico, Boris Johnson, sugirió el establecimiento de un límite de cien días para el desarrollo de vacunas cuando surjan nuevas enfermedades y se comprometió a donar la mayor parte del excedente de suministro de su país al programa Covax. La decisión final sobre la cantidad de dosis y la fecha de las donaciones no será tomada antes de finales de año, cuando se haya completado la campaña de vacunación en Reino Unido.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso que los países del G-7 envíen entre un 4 y un 5% de sus actuales suministros a las naciones más necesitadas, pero no ha habido un acuerdo concreto por el momento sobre determinado porcentaje. «Estamos viviendo una aceleración sin precedentes de la desigualdad global y también es políticamente insostenible porque está allanando el camino a una guerra de influencia internacional», afirmó Macron.
La canciller Angela Merkel insistió en que ese reparto es «una cuestión elemental de justicia», aunque destacó que los gobiernos de los Estados democráticos también tienen un deber con sus propios ciudadanos y «no pueden limitarse a utilizar diplomática y geopolíticamente la vacuna producida en Europa». Merkel saludó, por lo demás, la vuelta del multilateralismo, consecuencia del relevo de Donald Trump en la mesa del G-7 por Joe Biden. «De nuevo el multilateralismo tiene más opciones dentro del G-7», celebró.
Pendiente
No hubo acuerdo, sin embargo, sobre el porcentaje de vacunas que podrían donar