La Comunidad Valenciana es la región más letal de la tercera ola
La autonomía acumula una de cada cinco muertes por Covid-19 en España
Una de cada cinco muertes por coronavirus en España durante la tercera ola de la pandemia se han producido en la Comunidad Valenciana. De hecho, ya han fallecido más personas en los dos últimos meses –3.644–, que en la suma de los nueve anteriores y, pese a la drástica bajada de la trasmisión y la incidencia por las restricciones, el contador sigue sin detenerse, con Andalucía como la única autonomía con registros similares.
La región acumula veinticinco jornadas rozando o, incluso, superando el centenar de fallecidos diarios desde que empezó el año. Un escenario que ha puesto contra las cuerdas a las funerarias, sobre todo en las provincias de Valencia y Alicante, que se han repartido casi a partes iguales el número de defunciones, mientras las cifras de mortalidad en Castellón –con una población más reducida– han sido más bajas.
La crisis sanitaria ha dejado ya 6.437 fallecidos en este territorio, en su mayoría hombres a partir de los 50 años. Sin embargo, el exceso de muertes registrado por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) durante esta tercera ola se eleva hasta el 40.6% y suma mil decesos más a las cifras ofrecidas por la Generalitat.
Falta de inmunidad
Pero, ¿por qué la pandemia se ha cebado esta vez con la Comunidad Valenciana? Los expertos explican que las buenas temperaturas que gozó la región en septiembre y octubre hicieron que las reuniones sociales se trasladaran a espacios cerrados –peor ventilados y con mayor riesgo de propagación– más tarde que en el resto de autonomía.
Hasta ese momento, la autonomía había conseguido pasar de puntillas por la segunda ola, por lo que el número de valencianos inmunizados era todavía muy bajo: no llegaba al uno por ciento.
«El virus se encuentra con más gente que no ha pasado la enfermedad y de ahí esas cifras espectaculares. En cualquier caso, si al final de la pandemia se hace un análisis global veremos que, sumando todas las olas, el número de afectados acabará siendo muy similar dentro de un sistema sanitario homogéneo», señala a ABC Sergi Maicas, profesor de Microbiología en la Universitat de València.
El escenario que le ha tocado vivir a la Comunidad Valenciana se ha repetido por toda Europa, según Maicas. «Territorios en los que el virus había pasado de largo durante la primera ola, ha golpeado con mucha fuerza con el paso de los meses», apunta.
Esto demuestra que «hasta que la gente no esté inmunizada no podemos lanzar las campanas al vuelo», comenta en relación a la desescalada de las restricciones que la Generalitat tiene previsto iniciar el próximo lunes. Los valencianos vivieron las Navidades más estrictas del país pero eso no fue suficiente para contener una curva que ya había alcanzado un pico de transmisión tras el puente de diciembre y que volvió a registrar un nuevo máximo tres días después de Reyes. Cada positivo contagiaba a 1,39 personas.
Soluciones conjuntas
Las consecuencias se siguen pagando: una avalancha de hospitalizaciones y muertes que todavía pone en jaque al sistema sanitario valenciano con 1.578 pacientes ingresados, 368 en estado crítico. Pero no por ello puede afirmarse que los valencinos fueran más irresponsables. «Hemos visto que los sistemas son permeables. Si tú lo cierras todo y otros no, siempre habrá alguien que escape al control. El virus no entiende de fronteras. Deberían aplicarse soluciones conjuntas, incluso a nivel europeo», zanja el experto en microbiología.
6.437 fallecidos Más de la mitad de los decesos en la región se han producido desde que empezó el año