ABC (1ª Edición)

«La meta es volver a ser Márquez»

▶ El piloto, que presentó la Honda de 2021, no se marca plazos para la vuelta al Mundial

- LAURA MARTA

Un despiste y acabó en la grava. Su coraje, su gen competitiv­o y su nombre se activaron al límite. Y un poco más. Adelantó desde la última plaza a todos los rivales y cuando iba segundo, un despiste definitivo. Otra vez al suelo. Fundido a negro. Era 19 de julio de 2020, primer carrera del mundial y la última para Marc Márquez, rotura de húmero derecho y una serie de catastrófi­cas desdichas desde entonces que lo ha dejado en el dique seco hasta nueva orden. Aprendida está la lección de que no era bueno regresar tres días después de operarse. De ahí llegaron los problemas con la placa, una segunda operación y una tercera porque el tratamient­o no respondía y el proceso no era el correcto.

Siete meses de pocas noticias y muchas dudas después, el piloto presentó ayer la Honda para 2021 con su compañero de equipo, Pol Espargaró. Comienza a ver la luz, aunque admitiera que no, que no era él quien iba subido a la moto en el vídeo de presentaci­ón. Por primera vez se subió ayer a una bici, despacito, y parece que todo va mejor que la semana pasada. Pero las metas serán negociadas con los doctores y, sobre todo, consigo mismo.

No hay plazos que valgan. Desechada la idea de regresar para los primeros test del curso, el 6 de marzo en Qatar por decisión de los médicos, Márquez solo se propone mirar el día a día. «Mi ilusión eran esos entrenamie­ntos, me han dicho que me olvide de ellos, bueno, pues miraremos a los segundos (19) después de pasar otra revisión. Si me dicen que no, intentarem­os llegar para la primera carrera (28). Si no estamos, para la segunda

(4 de abril), y si no, para Portimao (18)». Ahora sí que no se permite apurar más de la cuenta. «Una cosa que he aprendido es que carreras hay muchas, pero cuerpo solo uno. Y era un concepto que no había estado en mi cabeza hasta ahora».

Porque el objetivo es tan simple como costoso: «Volver a ser el Márquez de siempre. El que tiene que asumir los riesgos de más caídas porque si no esto que estamos haciendo no tiene sentido. ¿Cuándo? No lo sé. Ahí sí que no me voy a poner presión». Y el primer paso es el sí de los doctores; el segundo, asumir él su propia

Paciencia «Volveré cuando el físico sea, no cien por cien, pero sí aceptable para pilotar y tomar riesgos» Pasos

«Si no es en Qatar, será Portimao. Primero, disfrutar de la moto. Si disfrutas, luego llegará ser rápido»

forma física, después de siete meses de parón, sin moto, sin ejercicios, apenas sin moverse. «Volveré cuando la condición física sea, no cien por cien, pero lo suficiente para estar encima de la moto. Aunque tenga el ok, necesito mis días para recuperar la masa muscular, la fuerza, la movilidad... Hay músculos que desde julio no trabajan. Y no seré el Marc de antes en la primera carrera, me llevará lograrlo lo que me lleve. Cuando me suba a la moto en mi primera carrera empezará mi pretempora­da. Y veremos cómo de rápido me puedo ir acercando a conseguir otros planes. Para empezar, quiero volver a disfrutar de ir en moto. Si disfrutas, empiezas a ir rápido. Y a partir de ahí te marcas otras cosas. No hay unos plazos exactos. Iremos viendo y planifican­do. Porque necesito estar lo suficiente­mente bien como para poder asumir riesgos y caídas».

Nunca se había enfrentado a una situación así y afirma que pasó sus baches, físicos y mentales, aunque nunca se planteó que no volvería a pilotar. «Los médicos me decían que era cuestión de tiempo. En septiembre fue lo más difícil porque no avanzaba. No iba a peor, pero no había progresos. Pasé muchas pruebas para analizar lo que pasaba. El nervio estaba bien, pero había una pequeña infección, tan leve que no salía en los resultados».

Y sin avances, la tercera operación, en diciembre. «El problema fue esa infección provocada por la rotura de la placa de titanio –en un mal gesto en casa a principios de agosto–. Fue mala suerte. Luego hubo que hacer un injerto de la cadera y abrir también la rodilla para un injerto vasculariz­ado par que hubiera menos posibilida­des de otro brote», explicó.

Sin culpas

No quiere echar culpas a nadie porque todo lo que se decidió era lo que parecía correcto en cada momento. «Se han dicho muchas cosas sin saber. ¿El error? Me subí a una moto cuando no tocaba. Y tampoco tocaba para dos semanas más tarde, en Brno, porque el hueso hubiera estado igual. Yo hablo con los médicos, ellos me dicen unas cosas, con el equipo hablamos también. Y la última decisión es la mía. Somos pilotos y cuando el médico te dice que puedes intentarlo, lo intentas. Hemos tenido muchas otras lesiones y si todo funcionaba bien se hablaba de milagros, pero no es así. No sé si tomaré estos riesgos otra vez, a lo mejor sí, depende de cómo me vea. Intenté volver en Jerez, o para Brno, y fue un error. Cometimos el error todos juntos».

Pero ha aprendido que «lo más importante no es volver lo antes posible» sino volver bien. «A principios de febrero el hueso ya se estaba consolidan­do bien y eso es lo prioritari­o, paso a paso la recuperaci­ón va a mejor y cada vez que voy a los doctores hay buenas señales», expuso, con el vaso medio lleno. Aunque no tanto como para pensar en el Mundial. ¿O sí? «Si Joan Mir –actual campeón– me considera favorito en estas condicione­s, me alegro, claro, pero esa no es mi guerra ahora mismo. Mi guerra es volver a disfrutar en la moto. Si lo conseguimo­s pronto y podemos aspirar a otras cosas, bien, si no, me conformo. Porque lo normal es que tarde. Así que, de entrada no estoy pensando en el campeonato, pero tampoco me lo voy a descartar de entrada. Tengo un contrato por cuatro años y la idea es pelear por cuatro títulos. Si no pueden ser cuatro, pues a por tres».

Tampoco en su equipo saben cómo va a regresar, ni cómo será su adaptación a la Honda, siempre tan díscola, sobre todo en otras manos. «Todos, a lo largo de la carrera, tiene una lesión. Esta no es que haya sido grave, es que está siendo larga.

Pero no puedes cambiar lo que eres. Y Marc es un campeón. Sé que encontrará el camino para ser Marc Márquez», expone Alberto Puig, director de Honda. Y, mientras, Pol Espargaró asume el mando del equipo, ilusionado debutante con los colores naranjas tras una gran carrera en KTM, pero muy consciente de dónde ha aterrizado. «Tengo muchas ganas de estar con el equipo. Es una moto difícil y desde Pedrosa nadie consigue ganar con ella. Pero no hay excusas. Honda no me quiere como probador. Estos colores requieren un nivel de resultados muy alto. No me puedo permitir un año de adaptación sin lograr resultados. Honda me quiere ganando desde el primer día».

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REPSOLMEDI­A Marc Márquez y Pol Espargaró, enla presentaci­ón de la Honda 2021

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