Iglesias-Escrivá, una batalla que también salpica la reforma de las pensiones que exige Bruselas
Una de las reformas de calado que España deberá tener lista en los próximos meses es la del sistema de pensiones, condición irrenunciable para recibir los fondos para luchar contra el Covid. El gasto en pensiones crece sin límite y cada mes el sistema ya tiene que desembolsar 10.000 millones para pagar las nóminas de nueve millones de jubilados. Esta escalada del gasto es lo que explica que Bruselas reclame a España una garantía de su estabilidad a cambio de los fondos. Pero la tensión entre el ministro Escrivá y el vicepresidente Iglesias cada vez es mayor también en este terreno.
Las pensiones se han convertido en un caballo de batalla en el Gobierno de coalición a cuenta de la ampliación de la base de cálculo de las pensiones de 25 a 35 años. «Un recorte en las pensiones sería inaceptable e iría en contra de los pactos de coalición», dijo Iglesias sobre la medida que surgió desde Moncloa y que terminó crispando al gestor de las pensiones. Escrivá negó que estuviera planeando poner en marcha esta medida y acusó a los ministros de Unidas Podemos de esta «narrativa de confrontación».
Las peleas dialécticas no se han limitado a Iglesias y Escrivá. La titular de Trabajo, Yolanda Díaz, también entró en la polémica. Para la gallega la idea de Escrivá de penalizar la jubilación anticipada e incentivar el mantenimiento en el empleo es un freno para que los jóvenes se incorporen al mercado laboral.