Ve tirar al mar el cuerpo de su hijo de 9 años muerto en una patera
▶ Tras ser rescatada, la mujer, en shock, intentó suicidarse arrojándose al mar
La Policía ha detenido en Gran Canaria a 13 hombres y una mujer, patrones y organizadores de siete viajes en pateras abarrotadas por inmigrantes irregulares y que a duras penas pudieron alcanzar las costas españolas. Como tantas otras veces, la tragedia se cebó con algunos de los «sin papeles»; tres perdieron la vida en las penosas travesías, uno de ellos de apenas 9 años que fue arrojado por la borda en alta mar en presencia de su madre, como si fuera un simple fardo y una oportunidad para aligerar peso y ganar espacio.
Cuando la embarcación fue rescatada, la mujer, desesperada por el trauma que había vivido, intentó suicidarse arrojándose al mar, pero pudo ser salvada de una muerte segura. Eso sí, una vez en tierra fue trasladada de inmediato a un hospital de la isla en estado de shock, lógico después de la pesadilla vivida solo unas horas antes. El niño que no resistió la travesía viajaba también acompañado por su hermana melliza.
Homicidio imprudente
Todos los arrestados están acusados de favorecimiento de la inmigración ilegal, pero además a seis de ellos se les atribuye un delito de homicidio imprudente. Otros tres detenidos deberán responder por pertenencia a organización criminal. Los 14 sospechosos fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales correspondientes, que a la vista de la contundencia de los datos incriminatorios y la gravedad de los hechos ordenaron el inmediato ingreso en prisión de 13 de ellos.
Según informó la Policía, las detenciones fueron posibles después de que los sospechosos fueran identificados por los inmigrantes que viajaban a bordo de las embarcaciones como los organizadores de los viajes y encargados de gobernar las pateras, que habían llegado recientemente a las costas de Gran Canaria.
En las embarcaciones –seis pateras procedentes de Marruecos y un cayuco– viajaban un total de 237 personas, 26 de los cuales eran menores de edad, sin que ninguno de los ocupantes tuviera acceso a las mínimas medidas de seguridad, como pueden ser los chalecos salvavidas, ni tampoco comida o bebida. Como se ha adelantado, tres personas murieron durante la travesía a causa de las paupérrimas condiciones del viaje.
Las citadas embarcaciones llegaron entre el 21 de diciembre y el 20 de eneroa las costas de Gran Canaria. Tras ser atendidos por miembros de Cruz Roja y comprobar que la mayoría de ellos se encontraba en buen estado de salud, fueron trasladados hasta una zona habilitada para su identificación.
En todos los casos, los inmigrantes irregulares contaron a su llegada que habían pagado entre 2.000 y 2.500 euros por viajero y que debían llevar su propia comida y bebida para subsistir durante la travesía. Además, explicaron a los investigadores de la Policía
Seis pateras y un cayuco
Catorce detenidos como patrones y organizadores de siete viajes en los que hubo otros dos muertos
los peligros a los que estuvieron expuestos sin que a bordo hubiese lo más elemental para poder hacer frente a la situación. Una vez más, lo extraño es que la tragedia no haya sido aún mayor.
Nada más llegar a puerto los inmigrantes irregulares, la Policía comenzó una investigación que ha permitido ahora identificar de forma plena a catorce de los ocupantes de las embarcaciones como los organizadores de los viajes y encargados de gobernar las pateras.
Trabajo policial
Cada vez que una embarcación con inmigrantes irregulares llega a las costas españolas la Policía, además de filiarles, volcar sus huellas en las bases de datos y hacerles un test para saber si tienen coronavirus, interroga a todos los que viajan a bordo para detectar a sus patrones.
Las pesquisas son muy complicadas porque los ‘sin papeles’ tienen miedo de colaborar con los agentes por miedo a represalias. El trabajo de persuasión de los investigadores, esta vez, ha sido decisivo para el éxito de la investigación.