Los ingresos de Aena se hundieron un 50,2%, hasta los 2.242,8 millones
Aena perdió 126,8 millones en el año de la pandemia. La gestora de la red de aeropuertos españoles registró una caída del 50,2% de sus ingresos hasta los 2.242,8 millones, por el golpe del virus sobre la movilidad. Lo que le ha supuesto pasar de un 2019 con récord de ingresos, a acabar 2020 en balance negativo, algo que no ocurría desde 2012.
De la misma forma, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se desplomó un 74,2% hasta los 714,6 millones de euros. Unas cuentas que, según explica la compañía, incluyen los 22,7 millones destinados a la consolidación en el aeropuerto de Luton (Reino Unido) y el impacto negativo de Aena Brasil, que alcanzó los 66,8 millones de euros.
El efecto de la pandemia sobre el tráfico aéreo fue el principal responsable de estos resultados. «Una caída que no tiene precedentes desde la Segunda Guerra Mundial», señaló el presidente de Aena, Maurici Lucena. En el mercado nacional, la gestora registró una reducción del tráfico del 72,4%. Unos números que apenas muestran mejoría al sumar lo contabilizado en el aeropuerto de Londres-Luton y los aeropuertos que gestionan en Brasil, que en conjunto con España registraron un 70,9% menos de tráfico.
Aena también destaca sobre los resultados el descenso de sus ingresos comerciales, tras caer un 16,8%. La cotizada explicó que en este desplome están contabilizados 635,5 millones de euros aún no cobrados de los alquileres de los locales.
Disputa comercial
De hecho, la sociedad aeroportuaria defiende que entre 2020 y 2021 habrá dejado de ingresar 800 millones de euros debido a los descuentos sobre la renta garantizada anual (RMGa) –el mínimo de alquiler a cobrar a los negocios, que pagan en función de su facturación– a sus inquilinos. Esto, en plena guerra con algunos hosteleros y comerciantes que consideran abusivas las condiciones propuestas por Aena, que pasan por descontar el 100% de las RMGa en el primer estado de alarma y la quita de la mitad de la renta de junio a septiembre.
De cara a este año, la compañía asegura que bonificarán hasta 85.000 operaciones de despegue y aterrizaje, que les supondrá renunciar a 23,8 millones de euros. Así como la congelación a partir de marzo de las tarifas aeroportuarias y de los precios privados aeronáuticos que afectan a mostradores de facturación o máquinas de check-in.