Un teórico en la encrucijada
El nuevo presidente de RTVE será el catedrático José Manuel Pérez Tornero, almeriense de 67 años, periodista y doctor en Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona, además de licenciado en Filología Hispánica. Era el tercer candidato con mejor nota, según las evaluaciones del comité de expertos. Es definido como una persona con una gran formación teórica, agradable y educado. «Es un hombre de diálogo y conciliador, buena gente», señalan desde RTVE. Tampoco falta quien apunta un posible punto débil: su inexperiencia como gestor. «¿Qué puede hacer un experto en semiótica? Recuerda a la profesora Carmen Caffarell», comenta otra persona que lo conoce bien. Dentro de la cadena muchos lo salvan, sin embargo, y confían en que sepa rodearse bien y acabe con el control informativo que ejerce Enric Hernández. Pérez Tornero ha sido consultor de la Unesco y director de varios programas culturales y educativos. En RTVE, fue uno de los creadores de ‘La aventura del saber’, formato creado en 1992 gracias a un acuerdo entre el ministro de Educación Alfredo Pérez Rubalcaba y Jordi García Candau como director general de RTVE. El nuevo presidente de la corporación desarrolla proyectos de I+D+I en canales informativos, que incluyen el uso de las tecnologías móviles y la aplicación de la inteligencia artificial en la producción y difusión de la información. En su programa defiende la televisión pública y gratuita. La tele que se avecina, dijo, será «un sistema ubicuo y móvil», distinto a lo conocido. «No se podrá llamar ni televisión. Tenemos un sistema integral, digital por supuesto, móvil, que practica un acercamiento muy distinto al usuario tradicional sentado delante de una televisión. Esto se está acabando», declaró ante los diputados. Recalcó también que hay cosas más importantes que el apoyo de públicos masivos: «Más que lamentarse de la escasez de audiencia hay que darle a toda la televisión una vertiente cultural educativa en el sentido amplio», afirmó. Tendrá el reto de demostrarlo y, si también se puede, revertir la sangría de la audiencia.