Órdago de los socios del PSOE para regular los alquileres
Los socialistas dicen estar comprometidos con Podemos, pero apuestan por otras vías
El pulso entre PSOE y Unidas Podemos (UP) para aprobar la intervención del alquiler en la ley de Vivienda está cerca de superar el plazo fijado por la coalición para llegar a un acuerdo. El domingo sonará la campana. En abierto, UP se muestra confiado en que se aprobará «porque está pactado». Pero el socio minoritario sugiere en privado que los socialistas no se atreven a dar el paso porque «están recibiendo presiones». Sin cumplir con el acuerdo, aseguran que no apoyarán la ley.
Quedan tres días. La negociación sigue y a todas luces desbordará los plazos. El portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique, señaló ayer que «acabará en acuerdo porque está pactado». Pero también recordó lo siguiente, en forma de aviso al presidente del Gobierno. «No solo es un acuerdo con Unidas Podemos, es también un acuerdo con los socios de investidura y de Presupuestos, que apoyaron los Presupuestos, entre otras cosas, por ese compromiso para regular el alquiler».
Es una advertencia. Ayer se consumó un órdago de los socios de Pedro Sánchez. UP, ERC, EH Bildu, JpC, CUP, Más País, Compromís, BNG y Nueva Canarias se reunieron con diversos colectivos y sindicatos en el Congreso para firmar un manifiesto conjunto para «impulsar una ley que garantice una vivienda digna». Lo que pasa por limitar los precios del alquiler, aseguran, además de reclamar la aplicación de otras medidas: prohibición de los desahucios a personas vulnerables sin alternativa habitacional, garantía de los suministros básicos, ampliar el parque público del alquiler social y otras.
Apuestan por otras vías
La clave es que ese bloque suma 64 diputados, y sin su apoyo el PSOE tendría complicado sacar adelante la ley. Por eso Podemos confía en lo pactado y los propios socialistas explican que no se presentará sin acuerdo. Porque sería un fracaso. No obstante, los socialistas insisten en que están comprometidos con el objetivo del acuerdo, pero señalan también que hay diferentes instrumentos para lograrlo. Por ejemplo, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, explicó que apostaban por incentivos fiscales porque la imposición de un limite en los precios podría hacer que la oferta se contraiga. La preocupación del PSOE es la «seguridad jurídica» del texto y adaptar las propuestas a la situación actual del sector, que ya está dañado por las consecuencias económicas de la pandemia. Por ejemplo, los propietarios de alquiler turístico han visto muy disminuidos sus ingresos el último año.
De los grupos firmantes del manifiesto, todos menos Junts son socios de Sánchez. No es la primera vez que algunos se unen para apretar al PSOE. Lo hicieron para exigir la prohibición de los desahucios y los cortes de suministros en noviembre. Palanca que acabó en aquella enmienda de UP a los Presupuestos de su propio Gobierno para extender la prohibición de los desahucios firmada por ERC y Bildu y que tanto enfadó a los socialistas. Al final se retiró pero porque lograron que el Ejecutivo aprobara la medida.
Fuentes de Podemos en el Gobierno explicaron ayer que volverán a enmendar la ley de Vivienda si no hay acuerdo. Recuerdan que el compromiso alcanzado el pasado 28 de octubre fija que «son coproponentes» del texto legislativo el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de José Luis Ábalos y la Vicepresidencia de Derechos Sociales de Pablo Iglesias. «Es un error tensionar al Gobierno planteando que se puede incumplir un acuerdo», advirtió Iglesias el martes, antes de entrar al Congreso.