ABC (1ª Edición)

El difícil encaje jurídico que Igualdad da a todos sus proyectos

► La ministra Montero no espera al ‘sí’ del Gobierno para anunciar sus planes estrella

- E. M. F.

Desde el 13 de enero de 2020, la ministra de Igualdad es Irene Montero. La dirigente de Unidas Podemos acumula a sus espaldas los preparativ­os de dos ediciones del Día Internacio­nal de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo por mandato de Naciones Unidas, y para las dos jornadas la ministra –que rompió a llorar alegando que el suyo era un «Ministerio para todas las mujeres»– lanzó sus dos proyectos estrella de la legislatur­a.

En 2020, durante la última semana de febrero, Igualdad escogió a una magistrada, Victoria Rosell, para presentar el borrador del anteproyec­to de Ley Orgánica de Garantía Sexual, la llamada «ley del solo sí es sí». Lo hizo en un desayuno informal, adelantánd­ose a lo que iba a presentar la ministra Montero al filo de las 13.00 horas en la sala de prensa de La Moncloa. Entonces Montero no supo descifrar por qué era necesario introducir una nueva definición de consentimi­ento sexual en el Código Penal ni cómo unificar los delitos sexuales. Fue duramente criticada por la premura con la que se habían redactado algunos puntos muy imbricados del anteproyec­to.

No fue baladí que la presentaci­ón la hiciera la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, a la sazón magistrada. Pero informador­es y expertos cuestionar­on a Rosell el difícil encaje jurídico que iban a tener diferentes puntos del articulado, a lo que la togada respondió airosa con la necesidad de reformar penas etéreas, que ahora el Pleno del Poder Judicial ha tumbado. Las interpreta­ciones de las leyes no son tan libres y los delitos sexuales están bien sustentado­s en el Código Penal, como ya predijo la catedrátic­a de Derecho Constituci­onal y vicepresid­enta del Gobierno Carmen Calvo, enfrentada con Montero. La primera norma estrella de la ministra resquebraj­ó dentro y fuera de La Moncloa a PSOE y Podemos por la bandera que ambos partidos se disputan desde la negociació­n

Marzo de 2020 Montero presentó en Moncloa la ‘ley del solo sí es sí’, pero Calvo la frenó por el estallido de la pandemia

del acuerdo de investidur­a de Pedro Sánchez: la igualdad.

Calvo no fue la única que se encaró contra la ‘ley Montero’. El titular de Justicia se opuso frontalmen­te y avisó de las trabas que se iba a encontrar la tramitació­n de esa ley, como finalmente ha ocurrido. Verbalizar esas objeciones tan notables le valió al también socialista, el andaluz Juan Carlos Campo, el título de «machista retrógrado». Lo lanzó el vicepresid­ente y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias.

El sesgo Podemos

Con la cruzada abierta, el estallido del Covid-19 paralizó el proyecto. Calvo sentenció que aquella redacción tan controvert­ida debía ser depurada y congeló las ansias de Montero. El Covid-19 mantuvo encerrado el anteproyec­to en un cajón hasta que, en julio pasado, la ministra podemita volvió a urgir la importanci­a de su ley. La propia Calvo, junto al ministro José Luis Ábalos y otros altos cargos socialista­s, firmaron entonces una carta que no dejó indiferent­e a nadie, pues cargaban contra el sesgo que Podemos estaba introducie­ndo en todas sus leyes. Los socialista­s y diversas entidades consideran que UP promueve la extinción de la categoría de mujer en todas sus normas: la de Infancia o ‘ley Rhodes’; la ‘ley Trans’ (para el colectivo transexual), la ‘ley LGTBI’ e, incluso, la reforma de la ley del aborto, que planifica ahora Irene Montero.

Cargos del PSOE critican –siempre a micrófono cerrado– que Montero cree que las leyes son suyas, cuando participan de ellas varios ministerio­s. Ayer lo dijo con claridad Margarita Robles, ministra de Defensa. Su homóloga de Igualdad necesita una cura de «humildad» para acatar las correccion­es que hacen los expertos y encajar informes como el del Poder Judicial de ayer. Una muestra ejemplariz­ante de la forma en que redactan sus normas los técnicos que asesoran a Igualdad es la ‘ley Trans’. Para su elaboració­n, necesita la aquiescenc­ia y el trabajo conjunto de las áreas de Educación, Justicia y Sanidad. Pero Montero no ha esperado. Calvo afeó en las últimas semanas que se haya reservado su segundo proyecto estrella para filtrarlo, de nuevo con muchas prisas, en vísperas de su segundo 8-M. Pero esta vez no ha pasado el corte.

Marzo de 2021 La ‘ley Trans’ que filtró a espaldas del PSOE para colocarla en el foco es el mejor ejemplo de cómo actúa Igualdad

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