Bataclan, «la victoria del amor sobre los disparos terroristas»
El director Isaki Lacuesta rueda la película ‘Un año, una noche’, producida por Ramón Campos
Los atentados de la sala Bataclan pillaron a Ramón Campos en París, comenta a ABC el productor, muy conocido en el mundo de la televisión, de ‘Fariña’ a ‘Gran Hotel’. Cuatro terroristas islámicos entraron el 13 de noviembre de 2015 en la sala de conciertos, con armas automáticas y explosivos. Dispararon de forma indiscriminada y mataron a 89 personas, en una noche trágica en la que también se produjeron otros ataques coordinados en distintos puntos de la capital francesa. En total, hubo 130 víctimas, que dejaron al productor «muy marcado».
«Al día siguiente salí a hacer fotos y empecé a leer todo lo que caía en mis manos, pero no acababa de encontrar algo que me llegase. No quería hacer ‘United 93’. No íbamos a aportar nada y era un poco frívolo contar solo la historia del atentado». Hasta que se encontró con el libro ‘Paz, amor y Death metal’, de Ramón González. «Su visión es completamente distinta. Es la de los supervivientes. Eso no lo había visto y me pareció muy bonito». Ahí nació la película ‘Un año, una noche’. El rodaje empezó el 8 de febrero en Barcelona y ya se desarrolla en París.
El atentado de Bataclan está narrado desde el punto de vista de González y de su pareja, Céline. No cuenta solo cómo lograron sobrevivir al atentado, sino también al trauma de la propia experiencia de sobrevivir. Y al mismo tiempo, se intenta que «el espectador salga creyendo que el amor puede sobre los disparos terroristas».
Campos habló del libro a Isaki Lacuesta (’Cravan vs. Cravan’, ‘Entre dos aguas’) y el cineasta se subió al proyecto de la pequeña productora del primero, Mr. Fields and friends, que aborda así su primera coproducción internacional después del éxito de ‘Malasaña 32».
«La película son dos enamorados que viven en París a la misma velocidad y salen a velocidades distintas. Él quiere vivir la vida y ella cree que si cambia, los terroristas habrán ganado. Todo eso está en el libro y es clave en la película», explica el productor, que por una vez no ha querido participar en el guion. Escriben Fran Araújo, Isa Campo y el propio Isaki Lacuesta. Y tiene especial relevancia la fotografía de Irina Lubtchansky (’Un hombre fiel’). La película es coproducida por La Termita Films y Bambú, en alianza internacional con Noodles Production y la distribuidora BTeam Pictures.
«Visión nueva y respetuosa»
Está rodada en Francia y en francés, pero uno de los mayores retos era llegar al país vecino para contar una historia suya. «Nos temíamos las reticencias de nuestros socios internacionales», admite Ramón Campos, «pero al leer el guion lo entendieron muy bien y vieron que la visión era nueva y respetuosa con las víctimas y con lo sucedido. Ver esa falta de reticencias nos indica que algo bueno tiene el guion».
El reparto lo encabezan Nahuel Pérez (’El profesor de persa’), Noémi Merlant (’Retrato de una mujer en llamas’), además de los españoles Quim Gutiérrez (‘Ventajas de viajar en tren’) y Alba Guilera (‘Trauma’), que interpretan a la otra pareja protagonista. Cuentan además con la colaboración de Natalia de Molina y del músico C. Tangana, que debuta como actor.
La primera parte era contar la forma en que Ramón y Céline se salvaron. Cada uno de ellos logró llegar por separado al camerino de los músicos y se refugian allí durante horas, hasta su liberación. Al salir, sin embargo, ya no eran los mismos. Esa noche, que cada uno vivió de manera diferente, dejó una profunda huella en sus vidas y les acarreó la inesperada carga de no ser una de las víctimas. La historia se adentra también en el año que siguió al atentado y en los esfuerzos de la pareja por volver a sincronizarse.
Lo que no sale en los medios
Contar una historia ajena «Nos temíamos las reticencias de nuestros socios internacionales, pero entendieron el guion y vieron que la visión era nueva y respetuosa»
Según Isaki Lacuesta, la cinta cuenta «sus vivencias reales, íntimas, a flor de piel, y nos enseña que la experiencia del atentado en primera persona es muy distinta a lo que podíamos imaginar sin haberla vivido, muy distante de lo que nos habían transmitido los medios de comunicación».
«Buscamos que el espectador sienta y piense lo mismo que Céline y Ramón, lo mismo que nosotros cuando nos contaron su historia: promover la empatía del espectador con esta vivencia y su capacidad de repensar unos acontecimientos determinantes para la comprensión del mundo actual», añade el cineasta.
Ramón Campos añade que «una de las cosas que le dijeron al protagonista es que olvidaría el rostro de uno de los terroristas, que pudo ver de cerca, pero no lo ha conseguido». «La película intenta reflejar esa terapia», explica. Otro detalle significativo que han comentado con los expertos es que quienes viven una experiencia así también tienen recuerdos falsos. «Es algo que parece que se repite en las víctimas. El jefe de los GEO franceses contaba que había mucha gente que recordaba haber entrado en Bataclan cuando no era cierto». Sobre Lacuesta, un director exquisito pero no muy conocido por el gran público, opina: «La mezcla entre su talento y nuestra experiencia comercial nos dará muchas alegrías a todos».