Neandertales y cromañones
La adaptabilidad al medio, apuntada por Darwin, es fundamental para la supervivencia. Sin embargo, hay quien vive en el pasado, lo que le incapacita para el presente
ÚLTIMAMENTE vienen haciéndose numerosos descubrimientos sobre los neandertales, aquel pariente nuestro que habitó Europa, Oriente Medio y Asia central durante el Pleistoceno, desde el 230.000 al 40.000 a.C. Eran gente robusta, aficionados a la caza, de la que vivían (se ha llegado a decir que acompañados de sus mujeres), pero, según los últimos descubrimientos, más inteligentes de lo que se suponía. Los enormes avances en la genética, la química y la electrónica han permitido averiguar que rendían culto a sus muertos, respetaban a sus ancianos, pintaban en las cuevas que vivían sirviéndose del tuétano de los animales y de minerales coloreados, pero, sobre todo, que habían desarrollado un lenguaje mucho más sofisticado que el de los simios superiores, aparte de tener un oído fino.
Si la palabra es la base de los conceptos, y los conceptos, los ladrillos del pensamiento, estamos ante personas que se comunicaban entre sí no con gruñidos que significaban cosas, sino también con ideas más o menos abstractas, e incluso sentimientos, aunque eso es bastante más difícil de asegurar porque la escritura propiamente dicha aún no había nacido.
El gran misterio, sin embargo, sigue sin descifrarse: ¿por qué desaparecieron los neandertales y, además, definitivamente, según todos los indicios? Mientras, los cromañones, otros antepasados nuestros, eran más bajitos, menos fuertes, pero con una masa cefálica bastante mayor y, por lo que todo apunta, más listos. Ha habido todo tipo de teorías sobre ello, algunas tan peregrinas como que sus mujeres se quedaban en casa cuidando a la prole y sembrando el huerto, que aportaría el alimento si la caza fallaba, lo que seguro ocurría con más frecuencia de la deseada. Se habló también de luchas entre ellos que ganaron, como siempre, los más listos, pero se ha descartado porque en aquellos tiempos había terreno para todos.
La teoría que emerge es que las cuatro glaciaciones de aquel periodo supusieron un desafío demasiado grande para los neandertales. El frío, la nieve y el hielo acabaron con ellos mientras el homo sapiens que eran los cromañones se las arregló para sobrevivir. En otras palabras: que la adaptabilidad al medio, apuntada por Darwin, es fundamental para la supervivencia de las especies, especialmente la humana, sin la fuerza, agilidad y colmillos de las demás, que suple con mayor cerebro. Hay, sin embargo, quien vive en el pasado, lo que le incapacita para el presente. Aunque hay algo todavía peor: intentar cambiar el pasado. Como Sísifo, debe volver a empezar cada día, amargando su vida y la de los demás.