¡Exprópiese!
Nuestros dirigentes progresistas son, además, grandes innovadores sociales. Vean. En algunas zonas del país, por ejemplo ahora en Islas Baleares ha subido el precio de los alquileres hasta el punto de complicar el acceso a una vivienda digna a personas con rentas modestas. Enfrentados al problema de garantizar un derecho que está reconocido en la Constitución, podrían haber echado mano de manual. Uno de esos clásicos, que propone fomentar la oferta de un producto o servicio cuando su precio aumenta en exceso. En este caso, el manual propondría incentivar la construcción de viviendas, mediante la puesta a disposición de suelo edificable y de créditos, necesarios para afrontar una actividad que, por lo general, exige comprometer cantidades importantes. Si esta posibilidad parece escasamente progresista o, quizás incluso regresiva pues implica movilizar a empresarios que pretenden ganar dinero con ella, también se podría haber agilizado la construcción de viviendas públicas a precios de construcción y venta tasados.
El problema, difícil de solucionar para un progresista, es que ambas soluciones exigen tiempo y esfuerzo administrativo. Lo primero queda descartado porque tienen mucha prisa y lo segundo porque no son formas. Ellos han venido a salvarnos y desean hacerlo pronto y de manera radical, para que nos enteremos. Así que nada mejor que apartar los viejos manuales, innovar e inspirarse en ídolos como Robin de Locksley, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. O en alguien más querido y cercano en el tiempo como el Comandante Hugo Chávez que disfrutaba como un niño al pasear por las calles de Caracas señalaba con el dedo todas aquellas propiedades que le parecían exageradas y sentenciaba «exprópiese, exprópiese».
Por supuesto que esa decisión implica violar otro derecho reconocido en el artículo 33 de la Constitución como es el respeto a la propiedad privada. Pero el vicepresidente Pablo Iglesias nos tiene enseñado que su función social queda por encima de cualquier otra consideración, así que tampoco supone un problema. ¿No? Hombre quizás los expropiados puedan aducir que hay alternativas menos cruentas para cumplir los fines buscados o recordar que los métodos chavistas han llevado a la ruina total a su país. Pero bueno, nada que pueda oponerse a la férrea voluntad de nuestros progresistas de hacer el bien a algunos..., con el dinero de otros.