ABC (1ª Edición)

Los Goya premian a los mejores del año en que el cine miró al abismo

Cuatro de los directores que animarán mañana la gala de estos galardones desgranan en ABC sus impresione­s sobre esta atípica temporada

- FERNANDO MUÑOZ

Cuando a Salvador Calvo le confirmaro­n que estrenaría ‘Adú’ el 31 de enero de 2020 se quejó. Nadie apuesta por esa fecha si aspira a llegar con vida a la carrera por los premios. Pero en esas que llegó el virus, todo se paralizó, y más de un año después, aquel lejano estreno de ‘Adú’ llega a los Goya como la más nominada, con 13 candidatur­as, la segunda cinta española más vista, con seis millones recaudados, y la única del top cinco de taquilla con aspiracion­es a los premios grandes. «Yo decía: ‘Es fatal la fecha’. Pero fatal era todo lo que vendría después. Tuvimos la gran suerte de que durante seis semanas nos respetó el virus. Luego todo se cortó por la pandemia, pero por otro lado nos ayudó a acortar el año. Hemos tenido suerte, así que no me puedo quejar», dice ahora Salvador Calvo por videollama­da desde el salón de su casa, el mismo medio por el que vivirá con emoción la gala del sábado.

Una ‘suerte’ profesiona­l que, pese a las dificultad­es del año más duro para la vida y el cine, ha acompañado a cuatro de los cineastas que protagoniz­arán la noche: la debutante Pilar Palomero, que tras arrasar con ‘Las niñas’ en los Forqué y los Feroz llega aquí como favorita; Icíar Bollaín, que regresa con ‘La boda de Rosa’ tras una década de ausencia en los Goya; Isabel Coixet, un clásico en la categoría de mejor dirección, con ‘Nieva en Benidorm’, y el propio Salvador Calvo, que sueña con una noche diferente a la que tuvo en 2017 con ‘Los últimos de Filipinas’, donde, pese a llegar con 9 nominacion­es, solo recogió un premio. Los cuatro hablan con ABC sobre la temporada más atípica para la industria audiovisua­l.

«Aunque haya sido un año raro, siempre hay mucha competenci­a y es muy difícil estar entre los últimos», apunta Icíar Bollaín, imparable pese a todo, y que atiende al teléfono en una pausa del rodaje de ‘Maixabel’, su nuevo proyecto. «La industria no se ha parado y este año vuelve a haber un montón de películas», celebra la cineasta.

Entre ese ‘montón’ destaca ‘Las niñas’, una ópera prima que se estrenó en septiembre, cuando las salas parecía que iban a recuperar un poco de normalidad, y que conquistó al público –medio millón de euros, una cifra poderosa para un debut independie­nte– para después cosechar premio tras premio. «El año ha tenido su parte agridulce porque la única proyección en una sala llena sin restriccio­nes fue en Berlín», recuerda Pilar Palomero sobre la Berlinale de febrero de 2020. «Ha sido muy intenso: lo bonito, muy bonito y lo malo, muy malo. Es mi primera película y estoy contentísi­ma por dos motivos: por que la gente se haya animado a ir al cine pese a la pandemia y también por las nominacion­es de compañeros de la profesión, de la industria. Yo lo que siento es una gratitud inmensa», se felicita la última gran alegría del cine patrio.

«Una industria»

En esos compañeros se fija también Isabel Coixet: «Hay una cosa que creo que en España se olvida: no solo somos un puñado de locos medio talentosos o no, medio geniales o no, medio creativos o no; esto es una industria», analiza la barcelones­a, que llega a los Goya 2021 plena de tranquilid­ad. Con su última película, ‘La librería’, ya se llevó todos los premios gordos, y ahora con ‘Nieva en Benidorm’ tiene menos presión. «Yo he podido sobrevivir en el cine porque hay un público que conecta conmigo y porque ha habido muchos académicos que han votado mis películas desde hace muchos años», desgrana Coixet.

De esos académicos Salvador Calvo destaca que «han apostado por el cine que se estrena en salas». «Hay industria... Aunque las dos o tres películas gordas que había este año, o han ido a una plataforma, o han pospuesto su estreno. De alguna manera, los compañeros han apostado por los cines», como ‘Sentimenta­l’ de Cesc Gay o ‘Ane’ de David Pérez Sañudo, que junto con ‘Las niñas, ‘Adú’ y ‘La boda de Rosa’

buscarán la gloria a mejor película en la gala del sábado (22.00 horas, La 1).

Paridad en ‘dirección’

En los Goya de 2021, la paridad ha llegado a la categoría de mejor guion original, dirección y dirección novel. En el resto de categorías mixtas, las mujeres apenas bordean el 40 por ciento. Un hito histórico en 35 ediciones de la ‘fiesta’ del cine español. «Era raro lo que sucedía –apunta Palomero–. Cuando estudié cine en 2004, en clase estábamos el mismo número de hombres que de mujeres, pero cuando empecé a trabajar no veía a las mujeres con las que había estudiado, no había paridad en los rodajes», lamenta. Ahora cree que las cosas van a mejor: «Las políticas han ayudado a que mejorara y era necesario; porque, como yo, había muchas mujeres que querían hacer cine en todos los departamen­tos. Lo raro es que no hubiera referente s femeninos en departamen­tos super mas cul in izados. Hay que seguir luchando porque el cine no tiene que ver con los géneros», indica.

«Para las debutantes el camino está un poco más desbrozado, lo que no sé es cómo está después», señala Icíar Bollaín, que recuerda a pioneras como Josefina Molina o Pilar Miró. «Nosotras hemos sido como la segunda remesa, y sí creo que hemos hecho una buena labor con la asociación de mujeres cineastas de ponerlo sobre la mesa y visibiliza­r las cifras tan escasas que había, la falta de presencia, lo que eso supone y los temas que se dejan de abordar cuando solo hay un género dirigiendo», señala.

El miedo de Icíar Bollaín sobre las segundas películas de las noveles se lo ha quitado pronto Palomero –«todo esto me está permitiend­o preparar la segunda con mucha más tranquilid­ad»– y aporta un nuevo enfoque Coixet, que lleva media vida ‘amadrinand­o’ a debutantes, tanto que los 30.000 euros del premio nacional de Cinematogr­afía lo dedicó a jóvenes talentos. «Llevo toda la vida viendo a ayudantes que dan el paso, gente en un mundo que... aunque todos trabajemos porque nos gusta y por un sueldo, hay algo de pasión innegable. La cantidad de ‘noes’ que uno tiene que aceptar hasta que rueda son incontable­s», apunta la catalana. «‘Las niñas’ nos costó mucho financiarl­a, hubo un año con muchos ‘noes’ y cuesta que confíen en ti para una primera película», ratifica Palomero.

Todos desde casa

Ahora cada uno está en un lugar –físico y emocional– muy alejado, y con las películas que les han traído hasta los Goya a punto de convertirs­e en ‘pasado’. El sábado, los cuatro protagonis­tas estarán desde sus casas siguiendo la gala. Pese a las polémicas que se han intentado promover, los nominados están conformes con la decisión de la Academia de Cine de quedarse en casa para recibir el veredicto desde sus salones. Incluso Palomero, primeriza, lo tiene claro, pese a todo: «Soy consciente de la situación en la que estamos y hay que pensar en lo más seguro y sensato. La ilusión es la misma... Lo viviré de otra manera, pero no tengo con qué compararlo», apunta. Bollaín lo verá desde un apartament­o en San Sebastián con parte de la burbuja del rodaje de Maixabel. «Es bonito verlo juntos, ojalá pudiéramos ser más», señala.

Todo para celebrar, aunque sea vía Zoom, que ni la pandemia pudo empujar al abismo a un sector siempre en el filo. «La crisis del cine español ha existido siempre, ¿no? Yo creo que es una carrera de fondo y hay que seguir trabajando», sentencia Salvador Calvo.

Gala telemática

«Soy consciente de la situación en la que estamos y hay que pensar en lo más seguro», dice Palomero

Más mujeres

«Las debutantes tienen el camino más desbrozado, lo que no sé es cómo está después», indica Bollaín

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