ABC (1ª Edición)

«Ahora puedo disfrutar de la pesca»

Campeón de Europa en 2008 y último Pichichi nacional de la Liga, Dani Güiza sigue jugando con 40 años en Sanlúcar de Barrameda, donde ha echado raíces

- JORGE ABIZANDA

Aunque el sol no calienta como en verano, asistir a un atardecer cautiva todo el año en Sanlúcar de Barrameda, municipio gaditano que no solo atrae por la luminosida­d de su playa infinita. También por una rica gastronomí­a marinera, sus carreras de caballos a orillas de Atlántico y ese casco urbano donde la mezcla de palacios y bodegas es una invitación al paseo permanente por sus calles. Señas de identidad de un pueblo que también siente como propia a la ‘Leti’, el apodo con el que los aficionado­s animan cada domingo a su modesto equipo de fútbol. En este vestuario habita Dani Güiza, un delantero que participó con la selección española en la conquista de la Eurocopa de 2008. Tras su paso por clubes de Europa, Asia y América, el Atlético Sanluqueño es el que cuenta ahora con los goles del último Pichichi nacional de Primera división, un carismátic­o futbolista que no deja de emocionars­e cuando la figura de Luis Aragonés sale a relucir durante la conversaci­ón con ABC. Un jugador al que en sus primeros años en la élite le tocó llevar colgado el cartel de ‘díscolo’ y convertido décadas después en un veterano que ejerce de maestro en la plantilla. Es la nueva vida de Güiza en Sanlúcar, una ciudad que también ha conseguido cautivarlo.

Poco amigo de las entrevista­s, zanja en seco al ser preguntado por los días en los que los diarios deportivos y la prensa rosa compartían sus imágenes. «No me arrepiento nunca de nada de lo que hago», responde amablement­e a este periódico un Dani Güiza convertido en un vecino más de Sanlúcar de Barrameda. Se ha acostumbra­do al olor de los langostino­s y la manzanilla, dos de los productos estrella de la zona, «aunque yo soy más de una cerveza con los amigos», aclara mientras levanta la voz para cumplir con un ritual habitual. «Adiós, buenos días», exclama al pasar por la puerta de una pequeña tienda. Vive muy tranquilo y no hay día en el que tenga que detenerse para saludar. Lo hace encantado. Aquí ha encontrado cariño y cercanía. En la calle Ancha, a las puertas del Restaurant­e Lantero, uno de sus locales favoritos para tapear, llega el momento del selfi para hacer feliz a la chavalería. Su carácter divertido encaja de maravilla en esta tierra. Ha pasado más de una década de aquel éxito en la Eurocopa de Austria y Suiza celebrado por toda España, pero, desde que aterrizó en Sanlúcar, nunca ha dejado de ser un ídolo de los niños.

Alargar la carrera

Como otros muchos jugadores que también tocaron el cielo en sus años de juventud, Dani Güiza ha estirado su carrera para seguir haciendo lo que más le gusta, jugar al fútbol. Por diversión, no por dinero. «Es como volver al comienzo, a cuando eras niño. Me gusta este fútbol, es más auténtico». En 2017 llegó a la ‘Leti’ en Tercera división, en teoría para retirarse, pero arrimó el hombro desde el primer entrenamie­nto y el equipo acabó ascendiend­o a Segunda B, su actual categoría. «He vivido mucho en este deporte, pero me falta el sueño de dar el salto al fútbol profesiona­l con el Atlético Sanluqueño. Me encanta lo cariñoso que es todo el pueblo, me sentí muy a gusto desde el primer día. Soy muy feliz y con la familia de mi mujer aquí, ya ni te digo», añade con sonrisa pícara. El conjunto presidido por Miguel González Saborido está peleando por entrar en el playoff y la ilusión se ha

Lealtad a Luis Aragonés «Gracias a él pude triunfar. Tuvimos una relación muy especial, nunca contaré nada del ‘abuelo’, nunca»

Amistades de vestuario «Gracias al fútbol tengo a mis mejores amigos. Mantengo mucho contacto con Cazorla y Sergio Ramos»

La vida en Sanlúcar

«Aquí está mi familia y estoy feliz, el pueblo me ha acogido de maravilla. Ojalá puedan ver a su equipo en Segunda»

Tiempo libre «Me encanta pescar. Cuando Nolito está aquí cogemos una barquita y vamos juntos, pasamos muy buenos ratos»

desatado en una población que ha acogido al jugador con los brazos abiertos, especialme­nte la familia de su pareja. Son oriundos de Sanlúcar y grandes aficionado­s del equipo. «No puedo estar más contento», confirma Güiza. «Si ascendemos, lo celebrarem­os con Manzanilla Solear, que para eso es el patrocinad­or del equipo», añade riéndose.

Con 40 años ya cumplidos mantiene las ganas de perseguir al balón, aunque correr nunca fue su fuerte. La técnica siempre fue lo suyo, el arma para marcar los 27 goles que en 2008 lo convirtier­on en el último Pichichi español de la Liga siendo jugador del Mallorca. «Tengo recuerdos bonitos en casi todos los equipos de Primera división en los que he estado, pero la verdad es que aquella campaña en el Mallorca fue de diez. Acabar como máximo goleador fue glorioso, decisivo para poder ir con la selección a la Euro», recuerda con nostalgia. El 2008 guarda un capítulo de oro en su agenda porque lo cerró como campeón de Europa. Luis Aragonés entró aquel año en su vida para quedarse definitiva­mente. Para él no es Luis, para él siempre será ‘el abuelo’. Su declaració­n a ABC confirma el fuerte lazo que hubo entre ellos: «Me acuerdo de él cada día, cada minuto, cada segundo… me acuerdo siempre».

Su amistad comenzó a gestarse años antes de aquella Eurocopa. «Luis fue muy importante también en mi primera etapa en el Mallorca, me ayudó mucho porque me hizo debutar en Primera división. Tuvimos una amistad grandísima. Después de salir campeones con la selección nos fuimos al Fenerbahçe. Años después, teníamos opción de irnos a China, pero pasó lo que pasó», afirma con un nudo en la garganta al recordar que el técnico ya no está para aconsejarl­e. Güiza lo tiene claro. «Me guió por el buen camino y gracias a él pude triunfar». Admiración y lealtad que lo llevan a mantener silencio: «Nunca contaré nada de mi abuelo, nunca». En un mundo difícil como el fútbol, Güiza jamás ha tenido problemas para hacer amistades. Conocidos hay miles, amigos de verdad pocos. No es el caso del jerezano. «Gracias al fútbol tengo a mis mejores amigos», asegura. Mantiene contacto con antiguos compañeros de vestuario y al pedirle nombres no duda en citar a «Santi Cazorla y Sergio Ramos». También a Manuel Agudo ‘Nolito’, un hijo de Sanlúcar de Barrameda con el que comparte profesión y afición por la pesca. Cuando los entrenamie­ntos lo permiten es fácil verlos juntos. «Sí, siempre que podemos cogemos una barquita y nos vamos a pescar. Echamos un ratito bueno, me gusta mucho pescar y Nolito es un gran tipo».

En el Sanluqueño, directivos y compañeros están encantados con un jugador que desprende humildad. Isma Gil, el guardameta, lo confirma a ABC. «Futbolísti­camente todo el mundo sabe que Dani es de los mejores delanteros que ha tenido este país y la selección, pero como persona es aún más fenómeno. Cercano, ayuda en todo lo que puede, está siempre de buen humor y es un gran compañero. He compartido charlas con él muy buenas, espero que no se retire nunca». La pregunta queda botando para Güiza. «Ni idea, hasta que el ‘presi’ quiera», responde un tipo tan parco en palabras como cercano en el trato y al que le queda cuerda para rato en el fútbol.

 ?? A. S. ?? Dani Güiza posa con una bufanda del Atlético Sanluqueño, el equipo al que se incorporó en 2017 y al que sueña con ascender a Segunda división
A. S. Dani Güiza posa con una bufanda del Atlético Sanluqueño, el equipo al que se incorporó en 2017 y al que sueña con ascender a Segunda división
 ??  ?? Güiza repite en Sanlúcar el gesto del arquero que dibujó en la Eurocopa de 2008 después de marcar con España ante Grecia
Güiza repite en Sanlúcar el gesto del arquero que dibujó en la Eurocopa de 2008 después de marcar con España ante Grecia
 ??  ?? Luis Aragonés bromea con Dani Güiza durante la concentrac­ión de la selección española en la Eurocopa de 2008
Luis Aragonés bromea con Dani Güiza durante la concentrac­ión de la selección española en la Eurocopa de 2008

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