Portugal, una liga con menos equipos
El fútbol luso debate la drástica medida para paliar las pérdidas económicas por el virus
La liga portuguesa puede estar viviendo sus últimos coletazos en su formato actual si prospera la propuesta que se ha puesto encima de la mesa. Sin los ingresos por asistencia de espectadores, los estadios de los equipos lusos no solo languidecen a nivel de imagen, también se pone de manifiesto el freno a las arcas de cada club, dado que se pierde un importante vértice recaudatorio.
Cierto que los beneficios derivados de la publicidad y de los derechos televisivos detienen, en parte, la sangría económica, pero la caída resulta evidente y los gestores de la Liga Profesional, comandados por Pedro Proença, tratan de reconducir la situación con una medida a la desesperada. Se trata de una reducción en el número de equipos participantes con la intención de rebajar los costes de la macroestructura y, sobre todo, implantar un menor número de jornadas a disputar. Según la propuesta que está ahora sobre la mesa, el campeonato de la máxima categoría lusa, la llamada Primeira Liga, pasaría de los 18 equipos actuales a tener solo 16. De esta forma, también se reducirían los partidos de cada conjunto, pasando de 34 a 30.
El perfil apuntado dibuja una competición que mengua de 18 a 16 participantes, mucho más teniendo en cuenta que la mayor parte de los contendientes juega un papel que casi los convierte en espectadores de la lucha que emprenden los tres grandes: Oporto, Benfica y Sporting de Lisboa, con algunas incursiones del Sporting Braga, el feudo del que salió Trincao, ahora en el Barça.
La iniciativa debe someterse al veredicto de la próxima Asamblea General de la Liga Portuguesa de Fútbol, que ha de celebrarse de aquí a finales del mes de junio. Esta eventualidad desembocaría en la consiguiente reducción de costes, que es el objetivo que se persigue, asumiendo que la incertidumbre sanitaria se va prolongando sin que se vea todavía claro el final del túnel.
El proceso de vacunación debería servir como una especie de ‘cortafuegos’, pero las dificultades logísticas retrasan las buenas perspectivas y el retraso en el suministro de dosis está haciendo mella en la evolución de los acontecimientos. De manera que la conocida como Primeira Liga se ha vuelto insostenible, sobre todo para los equipos más pequeños, que ni siquiera pueden apoyarse en cifras de venta por ‘merchandising’ que hagan caja mínimamente. Porque, por ejemplo, un simple paseo por el centro de Lisboa permite comprobar que las tiendas oficiales del Benfica y del Sporting siguen atrayendo a curiosos y posibles compradores, algo que apenas ocurre si nos trasladamos a Funchal (con el Nacional y el Marítimo) o a Moreira de Conegos (Moreirense).
Solo el Vitoria Guimaraes consigue acercarse tímidamente al estatuto del Braga, ciudad que dista solo 25 kilómetros de la preciosa villa medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En el resto de Europa
En Portugal se siguen así los cánones apuntados en Francia por el presidente del Olympique de Marsella, JacquesHenri Eyraud, que desea poner cortapisas a la ‘insostenible’ Ligue 1. «Jugar cada tres días es malo para los jugadores, el campeonato y los aficionados; un campeonato de 20 equipos ya no es sostenible», dijo Jacques-Henri Eyraud. Una corriente, también apoyada en Francia por el Paris Saint Germain y el Lyon, que cuenta con el respaldo del socio audiovisual Canal+, quien busca impulsar una competición muy desequilibrada en los últimos años.
España no está al margen del debate, aunque por otros motivos, y el presidente de la Real Federación de Fútbol, Luis Rubiales, ha propuesto una fórmula innovadora para intentar que los rumores de la creación de una Superliga europea se esfumen. «Es un tema que hay que abordar de una manera muy seria. Las ligas tienen que ayudar disminuyendo las jornadas», afirmó recientemente Rubiales, que ofreció dos propuestas para conseguirlo: «disminuir los equipos o cambio de formato».