Basmah bint Saud, dos años de un injustificado secuestro
Por primera vez el Gobierno de Mohamed bin Salman ha comunicado los cargos que pesan sobre ella. Ninguno se sostiene
Han tenido que pasar dos años para que los familiares de Basmah bint Saud consigan tener alguna respuesta por parte del Gobierno del Príncipe Heredero Mohamed bin Salman (MBS) que justifique las razones por las que ocho hombres armados irrumpieron en el ático de la princesa en la ciudad saudí de Yeda. Tras el secuestro –que ocurrió el 28 de febrero de 2019 y fue documentado por ABC en marzo de 2020, a través de las cámaras de seguridad de la casa– Basmah y su hija Sohoud fueron encerradas en la prisión de máxima seguridad de Hair, a las afueras de Riad. Allí continúan a día de hoy.
Aquejada por unas fuertes dolencias en el corazón, la princesa se disponía a salir del país cuando fue capturada. Desde entonces familiares y amigos cercanos luchan por liberarla. Denunciaron el caso al departamento de Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas, que pidió explicaciones al Gobierno de Arabia Saudí. Recibieron respuesta hace unos días, a través de un documento donde mencionan muchísimos artículos de las leyes del Reino que, según ellos, habría infringido la princesa. «Sus leyes no valen nada porque allí se hace lo que manda MBS, que es por quien Basmah y su hija siguen encerradas. No han aportado ninguna información específica sobre ella, solo que se supone que está bien», explica una amiga de la princesa a ABC.
Siempre se barajaron dos motivos para su secuestro. El primero, tal y como documentó este diario, relacionado con su vuelta a Arabia Saudí en 2016 para reclamar la herencia de su padre, el Rey Saud bin Abdulaziz. Por otro lado, a Basmah no le benefició su postura crítica contra MBS por la guerra de Yemen o la discriminación de las mujeres en Arabia Saudí.
El Gobierno de MBS, sin embargo, advierte a la ONU en su escrito que la prensa internacional, incluido ABC, miente. Por primera vez han comunicado los cargos que supuestamente pesan sobre Basmah y su hija. Acusan a la princesa de «delitos relacionados con el intento de viajar fuera del Reino de manera ilegal». Al contrario de lo que dicen, el pasaporte de la princesa estaba en orden y pidió todos los permisos. También informó a la Casa Real de que debía viajar a Suiza por motivos médicos y que lo haría en una ambulancia aérea. A su hija la detuvieron por intentar agredir, supuestamente, a uno de los hombres de MBS durante el secuestro.
Al leer el documento de la ONU, los familiares de la princesa se han enterado de estos supuestos delitos: «Por ley están obligados a informar a los familiares y no lo han hecho». El Gobierno de Arabia Saudí no ha presentado ningún documento que acredite la detención ni la decisión de un juez para prorrogar el encarcelamiento, que –según el artículo 114 de su Código Penal– solo se puede alargar 180 días. Si para entonces un detenido sigue sin cargos, debe ser puesto en libertad. Basmah habría estado casi 735 días encarcelada sin motivo. «Les preguntaron si había tenido asistencia jurídica y han contestado que todos los presos tienen derecho a un abogado, pero no dicen si ellas lo han tenido. Nosotros sabemos que no porque su detención no está relacionada con un delito en concreto. Es una cuestión familiar. El documento de la ONU demuestra que no ha habido juicio, que tampoco hay fecha para ninguna vista oral y que los cargos no son oficiales porque no se han comunicado a ninguna corte». Nada de lo que dice el documento se sostiene.