La interminable colección de amantes de Boris Johnson
Una empresaria estadounidense afirma que mantuvieron un romance de cuatro años cuando él estaba casado con su segunda mujer
ACUSACIÓN
Boris le concedió a su amante una subvención de 126.000 libras
La fama de mujeriego y conquistador de Boris Johnson se robustece cada vez que una nueva amante salta a la palestra con ganas de hablar y esto suele ocurrir con bastante asiduidad teniendo en cuenta la voracidad de los tabloides británicos, deseosos siempre de hurgar en la intimidad del primer ministro para hacer caja. La última en hablar se llama Jennifer Arcuri, es californiana, trabaja como emprendedora tecnológica y tiene 35 años. En el pasado ya circularon rumores de un posible romance, pero ninguno de los dos se pronunció. Ahora, ella no ha escatimado en detalles durante una entrevista publicada ayer por ‘Sunday Mirror’. «Tuvimos una relación íntima durante cuatro años. Lo amaba y con razón, pero el hombre que pensé que conocía ya no existe». Boris Johnson llegó a asegurarle que ella era la «única estadounidense» por la que se había sentido atraída.
El romance se prolongó desde 2012 hasta 2016, etapa en la que el político era alcalde de Londres. Era su segundo mandato y por aquel entonces estaba casado con su ahora exmujer, Marina Wheeler (56), con quien tiene cuatro hijos en común.
Según Jennifer, su primer encuentro sexual transcurrió en el piso de ella en Shoreditch, en el que tenía instalada una barra de pole dance. Se vieron tan solo horas antes de la inauguración de los juegos Paralímpicos de Londres, donde Boris compartió escena con los Duques de Cambridge y la
Princesa Ana. Durante su primera cita él «no podía quitarle las manos de encima» y en el punto álgido de la relación se reunían una vez a la semana. «Había una atracción física e intelectual». También ha declarado que le envío fotos «artísticas» en topless.
La empresaria relata cómo la campaña política del actual primer ministro británico les unió. Fue en el Boris Bus, el tradicional medio de transporte para hacer actos, donde surgió el flechazo.
Los ingleses están más que acostumbrados a desayunarse con este tipo de relatos de amantes más o menos despechadas y hasta ahora, a Boris nunca le han pasado factura a nivel político. Pero en este caso, los rumores de su aventura fueron objeto de escrutinio público por las acusaciones de que Jennifer recibió un «trato preferencial» en sus proyectos comerciales. El Ayuntamiento y el organismo de control policial iniciaron investigaciones sobre los vínculos del primer ministro con la empresaria, a quien le adjudicó 126.000 libras en subvenciones públicas e invitó a varios viajes oficial al extranjero como Indonesia e Israel. Sin embargo, ella lo niega. «Nunca he necesitado a Boris para tener un puesto sobre la mesa. Nunca le he pedido ningún favor», ha reconocido Arcuri.
Jennifer no fue la única que compartió lecho con el político mientras estaba casado con su segunda mujer Marina. La engañó también con la periodista Petronella Wyatt o la marchante de arte Helen Macintyre. En septiembre de 2018 a Marina se le agotó la paciencia y le pidió el divorcio. Antes de terminar su matrimonio, Boris ya mantenía un noviazgo con la joven Carrie Symonds, su prometida, con la que reside en Downing St. En abril de 2020 nació su primer retoño en común Wilfred. ¿Cuánto tardará en hablar su siguiente amante?