Berlín exigirá test negativo para entrar en los comercios no esenciales
El Gobierno regional de la capital alemana emitió ayer una nueva ordenanza que obligará a presentar un test negativo para entrar en comercios no esenciales, en la peluquería o en cualquier servicio. Solamente quedan exentos supermercados y farmacias. Los grandes almacenes y los centros comerciales se apresuran a instalar sus propios departamentos para realizar pruebas rápidas, según la Federación de Comercio de Berlín y Brandeburgo (HBB), antes de que la medida entre en vigor mañana 31 de marzo.
Los clientes podrán también llegar con su propio test ya realizado en uno de los centros de test de Berlín, en los que tienen derecho a un test gratuito cada semana. Además solo se podrá acceder ya al transporte público con mascarillas FFP2, pero no con la mascarilla quirúrgica que hasta ahora era permitida. Con estas nuevas exigencias, el presidente-alcalde de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller, pretende evitar un nuevo cierre completo, debido a que la capital registra ya tres datos consecutivos de más de 100 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes y siete días. Los gobiernos regionales se habían comprometido a aplicar un «freno de emergencia» en cuanto la incidencia superase esa frontera y ahora buscan la manera de echar el freno y permitir cierta actividad al mismo tiempo, gracias a la disposición de test. Merkel, sin embargo, prefiere una línea más dura.
La canciller alemana es partidaria incluso de restricciones a la movilidad para impedir el aumento exponencial de casos en esta tercera ola de la pandemia. «Las restricciones de movimientos podrían ser un instrumento muy efectivo», dijo, basando su alerta en lo que ha denominado como el «nuevo virus», causante de un repunte de nuevas infecciones en Alemania en las últimas semanas. En una entrevista concedida a la televisión pública, Merkel pidió actuaciones «decisivas» como aplicar el toque de queda, medida que no se ha impuesto en el país desde el inicio de la pandemia.