Santiago de León y Domecq «Cultura es la universidad y cultura es la tauromaquia»
El maestrante concede su primera entrevista para hablar del funcionamiento de una institución nobiliaria de 350 años TENIENTE DE HERMANO MAYOR DE LA MAESTRANZA DE SEVILLA
Todos los años, el Domingo de Pascua, en Sevilla, las campanas de la Giralda lanzan al aire su feliz mensaje: Cristo ha resucitado. «Muerte, ¿dónde está tu victoria...» Esa mañana, además, brilla al sol como una joya –lo que es– la plaza de los toros. Ese día, Sevilla es el centro del mundo taurino: por la mañana, el solemne pregón; por la tarde, la corrida más hermosa de toda la temporada: una comunión popular con la belleza. Todos los años, salvo éste... En el centro de todo ello está la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, que, el año pasado, cumplió los 350 años de existencia y recibió la Medalla de Bellas Artes por «el conjunto de actividades académicas, culturales, artísticas y de mecenazgo, vinculado a la tauromaquia».
Sus raíces son todavía más antiguas: a mediados del siglo XIII, después de la toma de la ciudad, los acompañantes de Fernando III fundaron ya una Hermandad de Caballeros; en 1572, Felipe II creó las Reales Maestranzas de Caballería, para que hubiera jinetes entrenados para la guerra. En 1670, Carlos II creó el Real Cuerpo de la Maestranza de Caballería de Sevilla. Felipe V, en 1730, y Carlos IV, en 1790, lo ratificaron otorgándole el privilegio de celebrar espectáculos taurinos.
Estas fechas dan vértigo... Es el momento de hablar de la institución y del comienzo de una temporada taurina tan amenazada por la pandemia con el teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Santiago de León y Domecq (Jerez, 1958), abogado y empresario, que sucedió en 2017 a Javier Benjumea. Le agradezco que, para ABC, haya hecho una excepción a su habitual reserva.
—¿Qué sentido y qué vigencia tiene una institución que ha cumplido ya tres siglos y medio?
—Ha buscado siempre adaptarse a los tiempos y vicisitudes que se han sucedido, con el propósito de ser útil a la sociedad.
—El Hermano Mayor es el Rey y eso no es algo simbólico.
—¡En absoluto! Tenemos contacto directo con la Casa Real. Todo lo que hacemos se lo informamos continuamente. Ésta es una institución nobiliaria cuyas actuaciones están presididas por el servicio a España y el apoyo a la Corona.
—Ahora cuentan con mujeres.
—Sí, desde 2016, hay damas maestrantes, con pleno derecho. Su número irá creciendo de modo razonable y paulatino.
—Está vinculada a la sociedad sevillana.
—¡Por supuesto! Es una institución viva, dentro de la ciudad. A eso responden, por ejemplo, el mecenazgo cultural y artístico y una amplia labor social.
—¿Cómo es su economía?
—Es una corporación sin ánimo de lucro, que no recibe subvención alguna. Sus ingresos proceden de la plaza, de algunos alquileres y de las entradas al museo.
—Además de la plaza de los toros, posee un notable patrimonio, incluida una biblioteca y un archivo.
—La biblioteca está especializada en literatura ecuestre, de heráldica y de tauromaquia, con algunas obras anterio-√ res al siglo XVIII. Los fondos documentales poseen gran interés para la historia de la ciudad. El archivo conserva cerca de seis mil carteles taurinos: un fondo excepcional que abarca desde la primera mitad del XVIII hasta hoy.
—El museo taurino supone un importante atractivo turístico.
—Además de notables pinturas y objetos variados, posee una gran colección de estampas y grabados taurinos, que incluye todas las series históricas de los siglos XVIII y XIX.
—También guardan los carteles que anuncian la temporada taurina.
—Desde 1994, se ha invitado a pintores contemporáneos de relieve. En el Salón de Carteles se exponen obras de Botero, Eduardo Arroyo, Carmen Laffón, Pérez Villalta, Manuel Salinas, Miquel Barceló, Oehlen, Schnabel...
—Organizan el pregón taurino, la mañana del Domingo de Resurrección.
—Es un acto que tiene gran eco en la ciudad. Lo han pronunciado personajes tan relevantes como Mario Vargas Llosa, Lord Tristan Garel Jones, Carlos Fuentes, Albert Boadella, Enrique Múgica, Fernando Savater, Arturo Pérez-Reverte, Carlos Herrera...
—Puede sorprender que los premios anuales reconozcan, unidos, a los mejores expedientes académicos de la Universidad de Sevilla y a los triunfadores de la temporada taurina.
—Premiamos al mundo de la cultura, en su más amplia acepción. Cultura es la enseñanza universitaria y cultura es, sin duda, la tauromaquia. Llevamos más de cincuenta años haciéndolo.
—A ese acto, que suele realizarse en la arena del coso, ha asistido en algunas ocasiones el Rey de España.
—Nos honró con su presencia S.M. el Rey en 2015 y 2020. En ambos casos, tanto Don Juan Carlos como Don Felipe pronunciaron hermosos discursos en defensa de nuestra Fiesta.
—La institución realiza una amplia actividad social y benéfica.
—Es uno de los valores que, desde nuestros orígenes, nos definen: becas, patrocinios, restauraciones, ayudas a la sanidad, la asistencia social, la educación...
—La Maestranza está muy vinculada a la Fiesta de los toros.
—¡Por supuesto! Siempre hemos defendido una Fiesta que, tal y como está reconocido por ley, es una manifestación del patrimonio cultural inmaterial español. Desde sus orígenes, la Maestranza está unida a la historia de la tauromaquia. Defendemos absolutamente la Fiesta de los toros porque forma parte de nuestra tradición y nuestra cultura.
—¿Puede ser antitaurino algún maestrante?
—No se plantea... No sería lógico que alguien contrario al cine formara parte de la Academia del Cine.
—La gestión de la plaza se encomienda a una empresa privada, a cambio de un canon.
—El primer contrato con Pagés se firmó en 1932. El actual, en 2002, se renovó en 2011. El canon supone cerca del 22% de la facturación de cada festejo: en las últimas seis temporadas, ha supuesto de uno y medio a dos millones de euros.
—El contrato actual concluye en 2025. ¿Qué sucederá entonces? ¿Se plantean algún cambio en el tipo de gestión de la plaza?
—No, de momento. A lo largo de casi noventa años, la relación con la empresa ha sido buena, con las lógicas discrepancias, en ocasiones.
—La Maestranza desea, y no sólo por motivos económicos, que haya toros este año en Sevilla.
—¡Absolutamente! Esa es la finalidad de nuestra institución, además del fin social: promover el toreo y la equitación.
—¿Interviene la institución en la confección de los carteles?
—¡Nada! ¡Cero! Llevo más de treinta años en la junta y no conozco que nadie lo haya pretendido nunca.
—Para que esta temporada pueda haber corridas, todos los profesionales deben hacer un esfuerzo. ¿También lo va a hacer la Maestranza?
—Todos debemos colaborar. También la Maestranza ha perdido mucho, por la pandemia, al reducirse la facturación. Como ha declarado el diputado Luis Manuel Halcón, «entre las entidades que participan en un festejo, somos los que más han rebajado su retribución». De acuerdo con la empresa, hemos reducido voluntariamente el canon, hemos renunciado a él en las dos novilladas que se anuncian.
—¿Qué supone, para un torero, torear y triunfar en la Maestranza?
—¡La cumbre! Da fuerza, alas; te convierte en figura internacional. Mi sueño imposible, como el de cualquier aficionado, sería salir por la Puerta del Príncipe.
—Como aficionado, ¿qué línea estética prefiere?
—Soy nieto del marqués de Domecq: mi apellido me tira, soy torista. De joven, me emocionaron mucho Curro Romero, Limeño, Rafael de Paula, Marismeño, Paco Ojeda... Ahora, valoro enormemente a los que se enfrentan a los miuras: por ejemplo, Manuel Escribano. Y este año, aprecio mucho el gesto de Morante de la Puebla.
—¿Hay que modernizar algo en la institución?
—Está bien organizada: se han ido adaptando las ordenanzas; la sucesión es muy ordenada; contamos con personas de gran experiencia. La Maestranza ha convivido bien con regímenes políticos distintos y alcaldes de todos los partidos. Defendemos una cultura ancestral española.
—¿Cómo ve el futuro de los toros en Sevilla?
—En Sevilla, la Fiesta de los toros no se va a perder nunca, jamás. Habrá que buscar fórmulas, modernizar cosas, sin alterar su esencia. Pasaremos las personas pero la plaza estará ahí, siempre. A ella le hemos dedicado todo nuestro esfuerzo y nuestros recursos: es nuestra vida.
Apoyo a la Corona
«Las actuaciones de esta institución están presididas por el servicio a España y el apoyo a la Corona»
Canon de la plaza «El canon supone cerca del 22% de la facturación de cada festejo: en las últimas seis temporadas, ha supuesto de uno y medio a dos millones de euros»
¿Algún maestrante antitaurino?
«No se plantea... No sería lógico que alguien contrario al cine formara parte de la Academia del Cine»