Sergio Ramos Baja por lesión para el tramo decisivo del curso
➤ La estancia del defensa con la selección termina con una rotura en un gemelo que le mantendrá un mes parado y complica más su renovación por el Real Madrid
La controvertida estancia de Sergio Ramos en la selección durante las tres primeras citas en el camino de clasificación hacia el Mundial de Catar acabó de la peor forma posible para el capitán, de nuevo lesionado y baja para un mes. El defensa sumó dos internacionalidades que le ayudan a acercarse al récord que anhela, pero apenas apareció sobre la hierba por ‘razones técnicas’. En el último partido ante Kosovo tuvo una presencia testimonial y ayer se conoció que sufre una rotura en un gemelo, un problema que, según explicó el futbolista en sus redes, surgió en la sesión de estiramientos posterior a ese encuentro.
La ansiedad por jugar y demostrar que es el mismo de siempre le define. Pero el físico le ha frenado por una vez en la vida al cabo de diecisiete años al más alto nivel. Es el ’annus horribilis’ de Sergio Ramos. El capitán del Real Madrid y de la selección española vive en 2021 los peores cuatro meses de su carrera deportiva.
Todo comenzó a torcerse en enero. Su rodilla le dijo basta en la Supercopa de España. Quiso hacer un tratamiento conservador, el mismo que le dio éxito durante mucho tiempo, pero en febrero tuvo que aceptar el definitivo paso por el quirófano para operarse del menisco izquierdo y limpiar las esquirlas de esa rodilla. Reapareció en marzo ante el Elche, jugó frente al Atalanta y un golpe en la tibia izquierda en ese encuentro de Champions le obligó ser baja en Vigo, pero sí se concentró con España al día siguiente. La polémica del caso Ramos comenzaba a engordar.
Disputó medio tiempo en el primer partido de la selección, frente a Grecia, camino de su plusmarca mundial de internacionalidades. Hubo críticas a Luis Enrique por alinearle la mitad del encuentro. No disfrutó ni de un minuto en Georgia y el miércoles disfrutó de 300 segundos de juego ante Kosovo, en busca de ese récord. El seleccionador volvió a ser cuestionado por esa mínima utilización del capitán. Todo quedó en segundo plano cuando Ramos se rompió el gemelo interno de la pierna izquierda al realizar unos ejercicios físicos tras ese encuentro. Hizo carreras junto a Thiago, Porro y Diego Llorente, que no jugaron, y sintió el pinchazo que ayer, tras las pruebas médicas de su club, se convirtió en un problema que le tendrá de baja durante un mes.
«Tras el partido, me quedé entrenando sobre el terreno de juego y noté un pinchazo en el gemelo izquierdo. Hoy (por ayer) me han realizado las pruebas y se ha confirmado que tengo una
lesión muscular. Si hay algo que me duele es no poder ayudar al equipo en estos partidos de máxima exigencia en los que nos jugamos la temporada», escribió el propio Ramos en sus redes.
De las críticas a Luis Enrique hemos pasado a la polémica de la razón de llevar a cabo esas carreras después del partido. Muchos futbolistas que no han jugado ejecutan ese tipo de sesiones en sus clubes una vez acabados los encuentros, pero el capitán había disputado cinco minutos. A Gayá, por ejemplo, no se le vio en ese pequeño entrenamiento. Ramos sí lo hizo. Y se lesionó.
Esta rotura le impedirá, por supuesto, medirse al Liverpool y al Barcelona en la semana decisiva que se avecina para el Real Madrid y lo peor es que el líder de la plantilla se perderá otras cuatro jornadas ligueras y probablemente el duelo de ida de unas hipotéticas semifinales de la Copa de Europa si el equipo de Zidane elimina al de Klopp en cuestión de doce días.
En el epicentro de la polémica revolotea si Ramos estaba tocado antes de producirse esta rotura. Pero la mala noticia tiene el agravante paralelo de su futuro profesional. Permanece en vilo la situación contractual del defensa. Su ficha con el Real Madrid finaliza el 30 de junio, queda libre el 1 de julio, restan tres meses para hacer oficial su rúbrica por otro club o su continuidad con el Real Madrid y este nuevo contratiempo es un perjuicio ostensible para su decisión. Ahora estará otros treinta días en el paro y los clubes extranjeros querían ver a Sergio Ramos en acción sobre el césped para constatar su recuperación de la artrosocopia.
Sin renovar
La casa blanca le ofrece un contrato por un año con la reducción salarial de 12 a 10,8 millones netos en su ficha, un diez por ciento. El hispalense no ha decidido. La lesión es un golpe para él, que deseaba ser fundamental en la Champions y en el clásico del 10 de abril.
La renovación pendiente, la artroscopia, la ansiedad por reaparecer, la búsqueda del récord mundial de internacionalidades, el Guadiana vivido con Luis Enrique en el once de España y ese entrenamiento posterior al partido, que nunca suele realizar, suponen para Ramos un cúmulo de situaciones que le han dejado descartado hasta mayo, sin el porvenir profesional resuelto y con la espina de no poder ayudar a sus compañeros. Se operó para llegar a tope a estos encuentros y vuelve a quedar varado. Su estado de forma para la Eurocopa también será una incognita.