«Noa es muy fiestera y no le gusta madrugar»
La perra vivía con una amiga de la cantante y esta se la llevó tras convivir un fin de semana juntas
Nya de la Rubia nació en Sevilla el 27 de agosto de 1986. Actriz y cantante, con tan solo 16 años comenzó a escribir sus propias canciones y tres años más tarde se trasladó a Madrid. Sus influencias musicales son muchas y muy variadas, pero lo que nunca falta en sus trabajos son la fusión de la música urbana con el flamenco. Lo que realmente define es su pasión por arriesgarse en cualquier estilo que le haga vibrar y su amor por el arte. Nya compagina su actividad como cantante con una extensa carrera como actriz que la ha llevado a trabajar en películas y series como ‘Mar de plástico’, ‘Gigantes’, ‘Toro’, ‘La peste’, ‘Secretos de estado’ y un largo etcétera. Además, ha colaborado con Moncho Chavea, Omar Montes, Rasel, La nueva Escuela, Juan Magán y Nao sou perfeito, Nininho, que tiene más de 5 millones de visualizaciones. Su nuevo trabajo es ‘Lo Juro’, un single donde mantiene la esencia entre el flamenco y lo urban.
—Pequeña de tamaño pero grande de corazón, así es Noa, ¿es una chihuahua?
—Sí. Es una chihuahua y tiene cuatro añitos.
Trastadas
«Un día cuando llegué a casa me había sacado la tierra de las plantas, y me lo encontré todo esparcido»
Alimentación
«Le doy algún capricho a veces: un poquito de pollo, pavo... Me da pena que solo coma pienso»
—Las casualidades de la vida fue lo que les unió.
—Llegó a mi vida de una forma muy curiosa. Noa vivía con una amiga y ella no tenía mucho tiempo para cuidarla. En una de las ocasiones que fui a su casa, y en plan broma, me ofrecí a quedármela. Dicho y hecho. Me cogió por sorpresa y le dije que me la llevaría un fin de semana para ver si congeniábamos. Yo compartía piso con una amiga y al principio tuvimos dudas, pero se disiparon en seguida. Noa tenía entonces nueve meses y se quedó conmigo para siempre.
—Me han chivado que le ha hecho alguna trastada, ¿es cierto?
—Al principio, sí. Un día cuando llegué a casa me había sacado la tierra de las plantas, y me lo encontré todo esparcido. Pero hay una anécdota que es la que más me gusta. Yo juego mucho con ella y le enseñé a dar vueltas sobre sí misma. También aprendió a ponerse boca arriba cuando yo lo hacía. Risas.
—Siendo perra única, ¿le da muchos caprichos?
—Claro. Le doy algún capricho: un poquito de pollo, pavo... Me da pena que solo coma pienso.
—Por el tamaño, ¿es fácil llevarla siempre con usted?
—Ella tiene varias mochilas y, como es tan buena, procuro llevarla siempre conmigo. Cuando no es posible, se queda con amigas que la cuidan muy bien. Noa es muy sociable con todo el mundo y con los de su especie también.
—¿Le gusta cómo canta usted?
—Le encanta. Tengo vídeos tocando el piano y cantándole a ella. Le gusta mucho la música y cuando vienen amigas a mi casa, se queda hasta el final. Es muy fiestera, pero lo de madrugar lo lleva fatal. Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida.
—A Noa le gusta su música y a mí también. ‘Lo juro’ es su nuevo single,
¿mantiene su esencia?
— ‘Lo Juro’ es la carta de presentación de mi nuevo LP, que saldrá en unos meses y se llama ‘Raíces’. Con este trabajo vuelvo, como dice el título, a mis raíces. ‘Lo juro’ es fuerza, aliento, resistencia, firmeza, sabiduría, batalla, vida y ganas. Una metáfora a la vida, un énfasis a lo expresivo. Soy fiel a mi estilo de música: entre el flamenco y lo urbano. Es muy personal.
—Nya de la Rubia, ¿se ha hecho así misma?
—Al principio recibí la ayuda de mi madre, ella me ha cantado copla y es mi referente. Es una mujer luchadora con temperamento, artista… Aunque a mí no me gusta pedir y he aprendido sola a tocar la guitarra, y ahora estoy aprendiendo sola a tocar el piano…. Yo no pensaba dedicarme a la música, lo tenía como hobby. Siempre he querido dedicarme a la interpretación. Pero un día descubrí mi voz y sentía la música muy dentro y ahí empezó todo.
— ¿La pandemia está haciendo estragos en vuestra profesión?
—Mucho, no podemos hacer conciertos y eso significa que tenemos menos ingresos. Y también decaen las reproducciones porque no hay espacios abiertos donde se pueda escuchar la música. Está muy complicado.