Toni Kroos, el señor Lobo del Real Madrid
► En el club le consideran un calco del personaje de ‘Pulp Fiction’. Clásico y práctico, inteligente, lector, amigo íntimo de Federer, seguidor de la NBA y bromista en el vestuario
Cabeza arriba, señal discreta con los dedos índice y medio de su mano izquierda y golpeo de sesenta metros hacia la carrera al espacio de Vinicius. El primero de los tres goles del Real Madrid al Liverpool fue una obra de arte salida de la privilegiada mente de Toni Kroos, el mejor futbolista de la temporada blanca. Su exhibición ante los ingleses, una más, volvió a provocar el elogio unánime de la crítica, rendida ante un jugador al que hace dos años se le daba por acabado. Por suerte para el club merengue, se equivocaron.
El germano tiene una cabeza bastante bien amueblada. En el vestuario se le considera el futbolista más inteligente dentro y fuera del campo. Bien nutrido de neuronas y todas ellas bien colocadas, lo que le hace ir con varios pasos de ventaja en un club de la magnitud del Real Madrid. Inteligencia de 360 grados a la que acompaña el pragmatismo de su día a día, tanto laboral como personal.
Kroos no solo no se complica la vida, sino que intenta que sea lo más mundana posible. Un ser humano muy práctico que busca una solución para todo y que no necesita del reconocimiento mediático y pegajoso para demostrar sus dotes de líder: «Es el señor Lobo del Real Madrid», explican desde Valdebebas. El señor Lobo es uno de los personajes más peculiares de ‘Pulp Fiction’, la premiada película de Quentin Tarantino, y su personalidad es gemela a la del mediocentro alemán.
Adora la táctica
Kroos suma la séptima temporada en el Real Madrid y, seguramente, su carrera no se extenderá mucho más de 2023, cuando su pasaporte marque 33 años. No tiene la intención de alargar su carrera hasta los 35-40, como él mismo ha confesado en varias ocasiones, ni tampoco le hace tilín dar el paso hacia los banquillos. A Kroos le encanta el fútbol, pero no es el núcleo de su existencia. Lo que más le seduce es buscar soluciones a los problema tácticos y ahí encuentra en Sergio Ramos su interlocutor favorito. Con el camero coordina los movimientos y equilibrios entre el centro del campo y la defensa, a juicio de ambos la estructura donde debe cimentarse el juego del equipo: «Es una delicia escucharles hablar de sistemas y planteamientos», cuentan en el Real Madrid.
Kroos se unió al grupo de jugadores españoles desde su primeros días en el club blanco. Su petición a Ancelotti, el primero de sus entrenadores en la capital de España, fue hacer los rondos con los futbolistas nacionales. Quería impregnarse cuanto antes del sentimiento del club y acelerar su aprendizaje del castellano. Le costó dar conferencias de prensas en nuestra lengua, pero eso no quiere decir que no se preocupara en aprenderlo. Como también lo hizo con la habitual ironía y carácter bromista de los españoles. De hecho, desde hace un par de años es el que más guasa gasta, y ahí nace su conexión especial con Lucas Vázquez. Ambos están siempre buscándose para hacerse algunas de las suyas: «Su sentido del humor es otro de los signos de su inteligencia», explica su gente más cercana.
Habitual lector, apasionado de la
NBA, amigo personal de
Roger Federer y Robbie Williams, no pierde un segundo en estupideces. De hecho, no pierde ni un solo segundo en nada que no tenga que ver con hacer lo correcto y, sobre todo, lo útil. Por eso desprecia, por encima de todo, la pérdida de tiempo. Para él es valiosísimo porque siempre tiene cosas que hacer.
Renombrado
«Toño», «Antoñito», «Don Antonio»... en el vestuario le llaman de todo y él «se parte de la risa». Tiene las ideas tan claras que reniega de cualquier modernidad que perturbe sus viejas costumbres a la hora de practicar su oficio. Adidas, la marca que patrocina al alemán, le ha ofrecido en multitud de ocasiones probar los nuevos modelos de botas que cada cierto tiempo van sacando al mercado. Su respuesta es como un disco rallado: «Que me hagan diez pares de los míos de toda la vida y punto. De los sencillos, de cuero y sin estridencias». En la popular marca alemana le insisten que las botas con las que él quiere jugar ya no se fabrican, pero nadie ha conseguido convencerle. No quiere modernidades ni diseños que no le aporten bienestar y, visto lo visto, no le va mal.
Su fútbol no solo no ha ido cuesta abajo, sino que a sus 31 años está en el mejor momento de su carrera. Las botas en remojo para que estén húmedas antes de cada entrenamiento y cada partido es otra de sus manías con sus armas de juego. Lo hace desde que era un crío y así será hasta el último de sus minutos como futbolista profesional. Es Toni Kroos, el señor Lobo del Real Madrid.
Botas clásicas
Kroos odia las modernidades y sigue jugando con las botas de siempre, húmedas por gusto personal