«Estos jugadores han convertido en habitual lo extraordinario»
Entrevista Diego Martínez Entrenador del Granada El Granada, que ha cumplido 90 años, juega hoy su partido cumbre ante el Manchester United
El Granada juega hoy su partido oficial número 49 de la temporada, el más importante de sus noventa años de historia que cumplió el pasado martes. No hay en Europa ni un solo equipo que haya disputado más encuentros que el nazarí. Son los frutos de estos tres años de siembra por parte de Diego Martínez (16 de diciembre de 1980, Vigo), líder del que ya muchos consideran el mejor Granada de su historia. En poco más de treinta meses, el club andaluz ha pasado de jugar en Segunda a medirse esta noche en los cuartos de final de la Europa League al Manchester United.
—Qué mérito tiene este Granada. Parecía imposible superar lo de la pasada temporada, y lo han conseguido.
—Esta es una temporada atípica, donde apenas tuvimos pretemporada por las circunstancias del Covid, y tuvimos que jugar tres previas de Europa League. Desde la jornada 1 llevamos jugando domingo-jueves, domingojueves. Esa densidad de competición en un equipo como el nuestro en el que solo tres jugadores –Soldado, Gonalons y Molina– estaban acostumbrados a ello, tiene mucho mérito. Hemos pagado el peaje en forma de lesiones y picos de rendimiento, como no podía ser de otra manera, pero es para poner en valor lo que ha hecho esta plantilla. Somos el equipo que más partidos oficiales hemos jugador en toda Europa y los resultados son para valorar. Hemos llegado a cuartos de Copa, tenemos 36 puntos en Liga, y estamos entre los ocho mejores de la Europa League. Nos lo dicen a principio de la temporada y lo hubiéramos firmados todos. —¿De quién es el mérito?
—Es doble: de los jugadores y del equipo técnico. Tú puedes proponer y cultivar una serie de valores y principios, pero lo realmente importante es que la otra parte tenga la generosidad de comprometerse y creer en ello, más allá de su propio ego. Tengo un excelente grupo de líderes dentro del vestuario. Algunos de ellos nos acompañan
desde Segunda y ese es el ADN del Granada. Y, por supuesto, también tengo la suerte de tener un equipo de trabajo magnífico. Soy un privilegiado. Si no es gracias a ellos, lo que hemos hecho este año hubiera sido imposible. Hemos buscado la excelencia día a día y eso es muy complicado. —¿Hay algún equipo que celebre los goles más unido que el Granada?
—Hubo un jugador que firmamos el pasado verano, que cuando hablaba con él para traerlo le pregunté qué es lo que le atraía del Granada. Nos dijo que quería vivir en persona cómo celebrábamos los goles y lo que nos dijo es la verdad. El rendimiento de este equipo durante estos tres años no se entiende sin esa pasión y esa emoción. —Hace quince años el Granada jugaba en Tercera contra el Loja, el Motril o el Arenas de Armilla. Esta noche, el Manchester United visita Los Cármenes.
—(Resopla) Soy consciente de este camino porque ha sido paralelo al mío como técnico. Mi debut como entrenador en Tercera, en 2005, con 25 años, fue con el Arenas de Armilla. Por eso hay que saborear el momento. Estos jugadores han convertido en habitual lo extraordinario, pero no por eso deja de ser extraordinario. A mí me hace mucha ilusión cómo los niños de Granada se ponen su camiseta rojiblanca horizontal para ir al colegio, al parque, a jugar con sus amigos… Eso que en otras ciudades es muy habitual, y aquí no lo era. —Hasta hace muy poco tiempo, en Granada, de cada 100 camisetas de
fútbol, solo veías una rojiblanca.
—Totalmente cierto. Yo me acuerdo en mi época universitaria en Granada, entre el año 2000 y 2007, que solo veía camisetas del Madrid o del Barça. Ahora no. Eso es un orgullo. Y esto sucede porque este equipo transmite y contagia una serie de emociones que hace que la gente se identifique con nosotros, más allá del resultado. —Cuántos abuelos de Granada se estarán frotando los ojos desde el cielo.
—Esa generación es entrañable, porque esos abuelos mantuvieron la llama del granadinismo en circunstancias muy diferentes, y eso refleja lo que es el Granada. No somos muchos, pero sí somos muy leales y muy fieles. Por eso hay que saborear este momento, no me cansaré de repetirlo. —Lo de Granada, equipo de moda, no le gusta demasiado, ¿por qué?
—Las modas pasan, y a mí lo que me gustaría es que el Granada sea un equipo de actualidad donde la realidad se consolide. El otro día, Antonio Barea, miembro de la secretaría técnica, me hizo una reflexión muy buena. Me decía que siempre se preguntaba por el techo y, a lo mejor, no hay que preguntar tanto por el techo sino por cuánto hemos elevado el suelo del equipo. Me parece una reflexión magnífica. Ojalá logremos permanecer en Primera por segundo año consecutivo. Eso sería un gran éxito. Y, ojalá, estemos muchos años en Primera, que es nuestra verdadera pelea. Lo demás es extraordinario. No podemos perder la perspectiva. La máxima puntuación del Granada
en Primera es la nuestra del año pasado, 54 puntos. La siguiente mejor son 42. Ojo con este dato. —Sí, pero a usted no le gusta que se hable del mejor Granada de la historia.
—En el tiempo presente es muy difícil hacer ese tipo de valoraciones tan rimbombantes. Evidentemente, sí que creo que este equipo va a estar en el podio de los mejores de la historia del Granada, pero no por lo que ha conseguido, sino por el cómo lo ha conseguido. Por las emociones y valores que transmite y por la conexión con la afición. Y no digo esto porque sí. Así nos lo transmite el granadinismo, pero en la parte deportiva sería un acto de soberbia imperdonable considerarnos los mejores de la historia del club. —¿El Granada puede eliminar al tercer club más rico del mundo?
—Le respondo con el espíritu que nos ha traído hasta aquí desde Segunda. Cómo no sabían que era imposible, lo hicieron.
—Hasta junio no decidirá si renueva o no, pero ahora mismo parece imposible pensar en un Granada sin usted en el banquillo.
—El Granada había vivido 87 años hasta que yo llegué. No quiero que haya ningún tipo de ruido alrededor del equipo que no tenga que ver con el extraordinario trabajo que está haciendo estos jugadores. Nuestro foco debe estar ahí. Espero ser, en toda mi carrera deportiva y esté dónde esté, tan feliz como lo soy en el Granada, pero los entrenadores no estamos de por vida en un mismo club.