La maldición de la chaqueta
► Por tercera vez en los últimos cinco años, el campeón defensor no es capaz de superar el corte en el National
El Augusta National es un campo mítico que puede encumbrar a un jugador de golf en una buena semana. Pero, de manera contraria, también puede acabar con todas sus ilusiones en solo dos días. Si no se juega muy concentrado en las dos primeras vueltas, la amenaza del corte siempre está acechando como una espada de Damocles.
Esta circunstancia ataca especialmente a los campeones defensores, pues a la decepción por quedar eliminados deben sumar el estar obligados a quedarse hasta que acaba el torneo para investir con la chaqueta verde a su sucesor, en uno de los actos protocolarios más clásicos. En los 85 años de historia del torneo esto ha sucedido únicamente en 12 ocasiones, y lo más curioso es que tres de ellas han llegado en los últimos cinco: Danny Willett (2017), Sergio García (2018) y Dustin Johnson (2021). Ellos tres, junto a otros ocho exganadores en Georgia (Zach Johnson y los seniors Mike Weir, Bernhard Langer, Ian Woosnam, Sandy Lyle, Fred Couples, Vijay Singh y Larry Mize) ya están descansando.
La razón hay que buscarla en la dureza del recorrido en la primera ronda, que hizo que los cuatro más jóvenes se colocaran sobre par a las primeras de cambio y que el viernes ya no fueran capaces de remontar el +3 que marcó el límite. Especialmente doloroso fue no superarlo para el castellonense (que desde que ganó no ha vuelto a jugar un fin de semana) y para Dustin, que puede perder el número uno mundial a manos de Justin Thomas si el de Kentucky acaba imponiéndose esta noche.
En el lado opuesto, hay seis antiguos vencedores que sí vivirán la experiencia de las cuatro rondas, con especial mención para Chema Olazábal y Phil Mickelson, ya cincuentones. Los otros afortunados aún en juego son Jordan Spieth, Bubba Watson, Charl Schwartzel y Patrick Reed.