Las perspectivas del sector financiero
El sector financiero es el sector que más se va a beneficiar de las dinámicas en las que estamos ahora inmersos. Desde el punto de vista macro, el riesgo hoy es que el mundo crezca más de lo esperado y que la inflación se vaya por encima de los máximos de los últimos años. Lo más probable es que EE.UU. crezca más cerca de un 8% que del 5% que ahora espera el mercado y que ese mayor crecimiento se traslade a los precios. Por aquí también es probable que crezcamos algo más de lo que intuimos. Y son precisamente los bancos los que más se benefician de ese escenario que se empieza a dibujar.
Históricamente, la cuenta de resultados de los bancos ha tenido una correlación enorme con la evolución de los tipos de interés, consecuencia directa de las expectativas de inflación. Pero hoy, si cabe, esa relación es aún mayor. El nivel de depósitos bancarios es anormalmente alto por todas la medidas que se han adoptado en los últimos meses, lo que hace que la sensibilidad ante el eventual repunte de los tipos sea mucho mayor. Además, en este ciclo no solamente los bancos van a prestar más si se recupera la economía, sino que se van a poder seguir financiando a tipos subsidiados por los los programas del BCE dirigido por Christine Lagarde (en la imagen). La recuperación también se traducirá en una
caída de la mora en un momento en el que cada vez parece más claro que las provisiones que adelantaron los bancos el año pasado son más que suficientes. Y, por último, la recuperación se traducirá en mayor flexibilidad por parte del regulador para que los bancos vuelvan a retribuir a sus accionistas en un momento en el que la mayoría de ellos tienen exceso de capital. Los bancos siempre se han beneficiado de la recuperación del ciclo, pero esta vez se van a beneficiar aún más por cómo de extremo es el punto de partida.
Dentro de los bancos europeos, los españoles brillan con luz propia. La economía española va a ser de las que más se beneficie de la reapertura por, sobre todo, su exposición al turismo, el sector que más se va a beneficiar y la segura recuperación de la promoción inmobiliaria por los tipos de interés reales negativos. Además, el proceso de consolidación en el caso de España va sin duda por delante.
Y no solo son las sinergías de las últimas operaciones, sino el hecho de que a menos jugadores –los cuatro grandes grupos controlan el 60% del mercado– mayor rentabilidad. Pocos bancos de marcado perfil hipotecario, donde el riesgo de disrupción es muy bajo, con el proceso de consolidación en su última vuelta y una economía impulsada por la inminente apertura. Además desde un punto de vista de valoración están muy baratos. No se puede pedir más.