Hombres solos
Es verdad que el solitario ahora tiene los mundos virtuales, pero ¿y el tacto?
QUE tengamos la mayor tasa de paro juvenil del mundo occidental ha de tener, por fuerza, efectos en nuestros jóvenes. Sin trabajo ni casa será más difícil tener familia, en caso de tener la posibilidad. Pero hay quien ni siquiera tiene eso. Cada vez es mayor el número de hombres jóvenes sin vida sexual. Quizás operan aquí causas distintas: las redes, las pantallas, el cambio en la mujer...
En Japón van por delante y los treintañeros vírgenes reciben un nombre, yaramiso, ‘los que no lo hacen’. En Osaka crearon un club para hombres no atractivos, donde pueden compartir sus experiencias (o la ausencia de ellas) quienes tienen en común no gustar a las mujeres. Así salen de internet, llevan su condición a la vida real, y asumen su situación con una dulzura que no tienen los ‘incels’ (célibes involuntarios) de la red, más reivindicativos. Ellos oyen hablar de patriarcado, pero no terminan de ver su privilegio. Son los perdedores de la política sexual. Recuerdan a la ‘basura blanca’ de EE.UU: están al final de la escala social, pero son, oficialmente, opresores.
También en Japón se creó el primer movimiento político: La Liga Revolucionaria de los Hombres Que No Atraen a las Mujeres. El movimiento surgió cuando a su fundador le dejó la novia. Volvió a casa, comenzó a leer el ‘Manifiesto Comunista’ de Marx y entendió que ser hombre no deseado era un rasgo de clase.
Cada 14 de febrero se manifiestan ‘contra la opresión romántica del capitalismo’ y detestan a los hombres con una vida gozosa fuera de internet. ¿No es esta una desigualdad tan grande como tu barrio/mi barrio?
Es verdad que el solitario ahora tiene los mundos virtuales, pero ¿y el tacto? Un ingeniero japonés creó un dispositivo para hombres sin pareja con el que pueden caminar de la mano. De la mano de nadie, porque es un artefacto que se coloca en el antebrazo y extiende una mano artificial que agarra la del dueño. La extremidad robótica simula el tacto, variaciones en la presión y hasta un poquito de humedad. El ligero sudor de la mano de ella.