Por qué lo llaman ‘Resiliencia’ si quieren decir estulticia

Lo único cierto hoy es que no hay ni fondos, ni vacunas, ni recuperación, ni recorte de gastos. Solo impuestos

MENUDO plan tenemos. Sobre todo, el nuevo ‘E’ vestido de ‘Resiliencia’. O ‘Recuperación’ mejor, para entendernos. Aunque esto cada vez suena más a las medidas de asfaltado a granel del expresidente Zapatero. Chorreo de dinero aquel tirado al estercolero. Mientras, el actual plan, según ha desgranado el presidente ZP –¡ah no, que es Sánchez, mucho peor al paso que vamos– incluirá nada menos que 102 reformas. Ni una, ni dos. Ni siquiera las tres básicas que nos viene exigiendo Bruselas desde que se decidiera el reparto de fondos europeos allá por mayo de 2020 para paliar el impacto del Covid-19 sobre las economías de los socios. Pero no llegan. Y veremos. En nuestro caso, 140.000 millones de euros a cambio de plantear de una vez por todas reformas: una de pensiones; seguir avanzando –que no derogando– en la laboral de Rajoy –ambas con acuerdo social por cierto, algo que se lo están pasando por el forro–; y la fiscal. Tres en condiciones. Y con condiciones. Pero nada, él dice que tiene nada menos, ni nada más, que 212 medidas (110 inversiones y las 102 reformas de debajo del ala que se ha sacado) incluidas en este ambicioso plan destinado a reorientar el modelo económico español. ¡Paparruchas!

Con lo vital que es para nuestros empresarios y autónomos respirar sin necesidad de oxígeno –más de 300.000 millones de euros en pérdidas globales ya, y subiendo–, y Sánchez y los suyos con el pensamiento puesto en gastarse el dinero en hacer carriles para bicis, patinetes digitales y sostenibles o en mamarrachadas similares, pero eso sí preparándonos una buena compensación a través de un hachazo fiscal que dicen ellos mismos que no es así, que no es del todo cierto: subida al diésel, a envases de plásticos, impuestos de Sociedades, Sucesiones, Donaciones, Patrimonio... ¿Sigo? Pero es que además nos dicen que lo pide Bruselas. ¡Mentira! En Europa lo que nos reclaman es el aumento del IVA, eliminar exenciones en el IRPF y más tasas a emisiones. Punto. Y suficiente.

Señores que no han creado ni un solo puesto de trabajo en su vida –que no sea dentro del seno del Ejecutivo eso sí, ahí, a mansalva–, prometiendo de nuevo la creación de 800.000 empleos con las reformas planteadas. ¡Pero si todo lo que están decidiendo son zancadillas a la contratación y a la creación de empresas! De momento, España aún tiene un 11% más de parados que hace un año y ha destruido más de 111.000 empresas. Al final lo único cierto es que a día de hoy no hay fondos, ni hay vacunas, ni hay recuperación. Lo único que hay son impuestos. Y sin una sola propuesta de reducción de gastos (¿nos cargamos algún ministerio ‘presi’?). El nuevo Plan –por cierto, presentado ya como ocho veces desde octubre pasado– es como fuera el viejo ‘E’: una tomadura de pelo. Así nos lucirá el ‘idem’.