¿Cómo optimizar el paquete salarial de los empleados?
El 63 % de los trabajadores estaría interesado en un plan de pensiones que se nutra de aportaciones propias y de la empresa
Para conseguir que los trabajadores estén satisfechos y comprometidos es clave saber lo que más valoran de las empresas. El contexto actual ha impulsado un concepto laboral que cada vez gana más peso entre las nuevas generaciones de empleados: el salario emocional, que pone en valor aspectos que van más allá de lo económico a través de elementos como la retribución lexible o
en especie. Se trata de una opción que permite pagar parte de la nómina en productos y servicios que necesitan los trabajadores.
Beneicio iscal
Estas retribuciones no pueden superar el 30 % de la retribución salarial total y, al no dejar de ser rendimientos de trabajo, en la declaración de la renta hay que incluir lo que se percibe. Sin embargo, algunas retribuciones están exentas de tributación. Un ejemplo sería el de los tickets restaurante (hasta 11 € al día por jornada laboral), o el de las aportaciones que se realizan a planes de jubilación
colectivos, siempre que sean de primas no imputadas.
El ahorro para la jubilación desde la empresa
Dentro de las opciones de retribución lexible más demandadas,
un 63 % de los trabajadores estaría interesado en un plan de pensiones privado en el que tanto el trabajador como la empresa hicieran aportaciones, según un informe de Cobee.
Razones para dudar sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones no faltan, por eso los empleados valoran especialmente este tipo de retribución en especie. Y es que, según las previsiones del INE, el 26 % de la población residente en España tendrá 65 años o más dentro de 15 años.
Por este motivo, el Gobierno ha impulsado los planes de pensiones de empleo al aumentar el límite máximo de desgravación en el IRPF de los 8.000 € anuales hasta los 10.000 €. Se trata de una fórmula muy extendida en otros países europeos que, sin embargo, se usa poco en España: solo el 1 % de las empresas pone a disposición de sus trabajadores estos planes para que, de manera voluntaria, tengan un complemento a su pensión. A este respecto, el promotor del plan de pensiones será la empresa, y, el partícipe, el trabajador. Las aportaciones las realizan las empresas y los empleados si así lo desean.
Con todo, este impulso no será real “si no viene acompañado de otras medidas como son ventajas iscales para las empresas que realicen aportaciones, la obligatoriedad de recibir una parte del salario en este tipo de productos y la adaptación para autónomos”, señala Esther Pichardo, directora de Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones.
Otra solución de ahorro de cara a la jubilación que pueden ofrecer las empresas es la de “destinar parte del salario anual a realizar aportaciones a un plan de jubilación. Este producto permite que cada empleado decida qué importe destinar al ahorro, hasta un máximo del 30 % del salario bruto, sin suponer un mayor coste salarial para la empresa”, dice Pichardo. Uno de los puntos a valorar es que “la cantidad destinada será exenta de tributación hasta el momento en el que se cobre el plan, y existen interesantes políticas de inversión como la de ciclo de vida, que facilita que cada empleado tenga su inversión adaptada al horizonte temporal de su jubilación”, concluye la experta.