Luz de gas a Gabilondo
Si PSOE, Podemos y Más Madrid caen derrotados ante Ayuso, el perdedor será Pedro Sánchez
LO que el secretario general del PSOE está haciendo a su candidato en Madrid no tiene nombre. Bueno, sí: luz de gas. Lo mismo que Joseph Cotten a Ingrid Bergman en la película cuyo título se ha convertido en sinónimo de maltrato retorcido y perverso. En la obra de Cukor, el marido aparentemente amante se dedica a urdir fechorías destinadas a convencer a su esposa de que ella es la responsable de las desgracias que le acontecen. En el caso que nos ocupa, un Pedro Sánchez volcado, de boquilla, en respaldar a su cabeza de lista, no ha dejado de sembrar cargas de profundidad en su campaña.
Ángel Gabilondo ganó los comicios celebrados hace dos años. La unión del centro-derecha propició después la formación del actual Gobierno presidido por Isabel Díaz Ayuso, pero quien más sufragios había obtenido era Gabilondo, también conocido como ‘sosoman’ por su perfil aburrido, enemigo de estridencias, más propio de un abad decimonónico que de un político activo en la era de las redes sociales. Cuando Ayuso anunció el adelanto electoral motivado por la traición de Ciudadanos pactada entre Arrimadas y los gurús de La Moncloa, el líder de la oposición estaba de retirada. Su partido le obligó a encabezar una candidatura que no deseaba, mientras Sánchez lo suplantaba como verdadero rival de Ayuso, con un protagonismo ruidoso que ha encumbrado a la presidenta hasta una intención de voto cercana a la mayoría absoluta. Sus presuntos compañeros, además, no han dejado de ponerle bastones entre las ruedas. ¿El ‘moderado’ Gabilondo prometía no subir los impuestos? La ministra de Hacienda anunciaba a bombo y platillo un hachazo fiscal dirigido especialmente a los tributos bonificados en la Comunidd de Madrid. ¿Y qué decir de esa repugnante calumnia vertida al alimón entre el presidente y él, según la cual Madrid falsea las cifras de fallecidos, siendo lo cierto que en dicha región la probabilidad de morir por Covid es un 54 por ciento superior a la del resto de España? Tan excesivo era el exabrupto que hasta Fernando Simón tuvo que salir a desmentirlo. Ahora nombran consejera in péctore a la ministra Reyes Maroto, cuya actividad en el Gobierno central se resume en un folio en blanco. Y todo ello en paralelo a la discriminación de ese Ejecutivo en el reparto de vacunas o de fondos, el entusiasmo republicano de su líder o los abrazos a golpistas catalanes y herederos de ETA.
El sabotaje socialista a la campaña de Gabilondo resulta evidente. En cuanto a su porqué, se me ocurren dos respuestas. O bien su líder se ha desfondado y anda dando palos de ciego, o bien compite con Iglesias por ver quién es más de izquierdas, con la esperanza de que Podemos se quede fuera de la Asamblea y cargue sobre sus espaldas la derrota anunciada de Frankenstein. Si ésa es su finalidad, que abandone toda esperanza. El perdedor será él. Pedro Sánchez en persona.