Un nuevo tiroteo siega ocho vidas en Indianápolis
► Un joven de 19 años disparó en un edificio de una empresa de paquetería
Ayer se cumplía un mes de la primera gran matanza en lo que va de año –la de Atlanta, el 16 de marzo, con ocho muertos– y EE.UU. se despertó con un recordatorio trágico: un episodio similar, con otras ocho víctimas mortales. Ocurrió a última hora del jueves en un edificio de la empresa de paquetería FedEx en Indianápolis (Indiana). Un hombre se plantó en el lugar con un arma y disparó al que se le puso delante.
«Empezó a gritar y después se puso a disparar en todas direcciones», aseguró un testigo, Levi Miller, a la NBC. «Creí que me vio y me agaché para ponerse a salvo». El ataque duró «probablemente no más de uno o dos minutos», aseguró a la CNN el subjefe de la Policía de Indianápolis, Craig McCartt. El agresor acabó con su vida antes de que las fuerzas de seguridad pudieran llegar al lugar. Además de las ocho víctimas, hubo otros cinco heridos.
El autor fue anoche identificado como Brandon Scott Hole, de 19 años, aunque se seguían investigando las motivaciones al cierre de esta edición, si bien la Policía reveló que había un número significativo de miembros de la comunidad sij que trabajaban en el lugar atacado. Se cree que Hole usó un rifle y que iba encapuchado.
Tras la sacudida de la noticia, regresaron los comunicados habituales de dolor y consternación y las exigencias de mayor control en el acceso a las armas. Esas peticiones suenan ya gastadas, ante su nulo efecto en avances regulatorios. En el último mes, este tipo de tiroteos masivos ha sorprendido a estadounidenses en lugares que deberían ser seguros: centros de masaje –como el ataque en Atlanta (Georgia)–, un supermercado –pocos días después, en Boulder (Colorado), con diez muertos–, la propia casa –como en el reciente caso del domicilio de un doctor en Carolina del Sur– o el lugar de trabajo, como ayer en Indianápolis.
Casi 12.500 muertes en 2021
Son solo la punta del iceberg, los incidentes con más repercusión mediática, de la lacra de las armas de fuego. En lo que va de año han muerto en EE.UU. casi 12.500 personas por disparos y ha habido casi 150 tiroteos masivos (los que producen al menos cuatro heridos). El presidente Joe Biden volvió a repetir las referencias a la «epidemia de las armas de fuego» que «manchan nuestro carácter y perforan el alma de América» y la exigencia de reformas legislativas. Hay dos leyes pendientes en el Senado para mejorar los controles. Se cuenta con que naufragarán. Lo único que cambió ayer es que las banderas vuelven a ondear a media asta.