Bronca y acusaciones de racismo en el Congreso
Las elecciones madrileñas volvieron a marcar ayer, y una semana más, el debate en el Congreso de los Diputados. Vox llevó a la sesión de control el que se ha convertido en el tema más polémico de su campaña, el ataque a los recursos públicos dedicados a los menores extranjeros no acompañados, y logró marcar un debate que derivó en acusaciones de racismo.
«No hay dinero para eso –familias y empresas con problemas de solvencia–, pero sí para mantener a menas (menores no acompañados) en toda España y la estancia de inmigrantes ilegales en Canarias, mientras los españoles y los inmigrantes legales están en las colas del hambre», cargó el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, contra la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que le replicó considerando que «ustedes no deberían caber en la política de este país». El dirigente de Vox continuó defendiendo las cifras del cartel electoral que su grupo ha colocado en Madrid afirmando que cada mes se destinan 4.700 euros a cubrir las necesidades de cada menor migrante frente a la pensión de una ‘abuela’ española: «426 euros al mes». «Hemos hecho un cálculo en base a documentos oficiales de la Asamblea de Madrid», subrayó, «¿cuál es la falacia?», increpó a la número dos del Gobierno, que reaccionó acusándole de «señalar a unos niños y niñas». Calvo continuó definiendo el discurso de Vox como cargado de «inhumanidad y odio» porque los migrantes menores «tienen el discurso del dolor y del desamparo». «Les debería dar a ustedes mucha vergüenza lo que están instalando en la política de nuestro país», cerró su intervención mientras se escuchaba a la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, decir «muy bien, muy bien Carmen». La también ministra de Asuntos Económicos fue la siguiente en medirse con Espinosa de los Monteros al que acabó acusando de estar «totalmente desubicado con ese tipo de discursos repugnantes, racistas, homófobos, machistas y xenófobos».
El presidente del PP, Pablo Casado, calificó el discurso y los carteles de su rival como «publicidad engañosa» –la propia consejería madrileña de Políticas Sociales confirmó que ningún menor tutelado recibe esa ayuda directa– y advirtió: «No todo vale».