Bono alemán
De lo que pueda pasar con los tipos de interés debería ser de lo único que habláramos los que nos dedicamos a eso de poner a trabajar el dinero. Básicamente el tipo al que descontamos los flujos -cupones, dividendos, rentas- es lo que determina la valoración de los distintos activos.
Importa poner las cosas en perspectiva para tratar de entender de lo que estamos hablando. Hoy el tipo de interés del bono alemán a diez años, que es el activo libre de riesgo por excelencia de la zona euro, cotiza a tasas negativas. No tan negativas como hace unos meses pero por debajo de cero. No voy a entrar en si tiene o no sentido desde el punto de vista fundamental que un país vaya a devolver menos deuda de la que emite a su vencimiento, porque da igual es lo que hay. Además abrir ese melón nos despistaría de nuestro objetivo que es tratar de saber hacia dónde pueden ir una vez que han recorrido todo este camino.
En teoría los bonos deben cotizar o por lo menos así lo han hecho históricamente en línea con la inflación prevista: a medio camino entre los tipos reales y el crecimiento de la economía. Tras varios años en los que fundamentalmente como consecuencia de la gran crisis financiera los precios se han mantenido controlados, hoy empiezan a recuperar protagonismo en las previsiones de los economistas. Y lo que parece más probable es que con la reapertura económica ese protagonismo sea mayor. De hecho casi con seguridad en los próximos meses lo que pueda pasar con la inflación va a ocupar el centro del debate.
Importa recordar el orden de las cosas y que las políticas monetarias son la consecuencia no la causa. Los precios suben con los sueldos y la evolución de los salarios depende de la ocupación. Con esta regla del tres tan sencilla, aunque seguro que por el efecto base tras lo vivido el año pasado hay lecturas de precios que puedan preocupar, de momento todo está bajo control. La inflación subirá pero nada como para escribir a casa.
Ahora bien, ese escenario central de recuperación de los precios que permita a los bancos centrales continuar con las muy necesarias políticas expansivas es compatible con la progresiva normalización de la curva de tipos que ya está en marcha. El papel del BCE va a ser muy importante. Requiere pulso firme para encarrilar una transición ordenada.
Los tipos van a subir. Seguramente de forma ordenada. Y eso no es inocuo para los mercados. La mejor pista de lo que pueda pasar es lo que ha pasado estos últimos meses.