Visiones nunca exploradas
A los cinco siglos de la caída de Tenochtitlán, son muchas las obras historiográficas que explotan nuevas perspectivas del episodio. Si unos, como Esteban Mira, se quedan con el Cortés constructor, otros, como Antonio Espino, lo hacen con el destructor de mundos en su obra ‘Vencer o morir: Una historia militar de la conquista de México’ (Desperta Ferro), centrada en la faceta bélica. «Mi posición sería que antes de construir hubo que destruir. La guerra de México no fue fácil, ni de ‘baja intensidad’. Fue un conflicto cruel, sanguinario, muy costoso en vidas y en el que hubo componentes de terror, crueldad y violencia extrema», afirma el catedrático a ABC.
Además, Turner acaba de colocar en las librerías ‘La disputa del pasado’, un libro coordinado por Emilio Lamo de Espinosa donde destacados autores, entre ellos María Elvira Roca Barea o Tomás Pérez Vejo, reflexionan sobre el legado español, los múltiples malentendidos que enturbian las relaciones con México y el papel que juega el vecino del norte a la hora de alentarlos. «Atizando el fuego de la violencia de los conquistadores, los anglosajones ocultan la violencia que los norteamericanos ejercieron en su país, o los británicos en sus colonias, y donde sí hubo, a diferencia de España, voluntad de exterminio y, por lo tanto, genocidio», defiende Lamo de Espinosa.