Las aerolíneas plantean eximir de PCR a los turistas vacunados
El sector aéreo dibuja un verano a medio gas: se operarán el 58% de los vuelos de 2019
Como ya sucedió el año pasado, las aerolíneas se empiezan a organizar para evitar que las restricciones a la movilidad impuestas por los gobiernos europeos arruinen la temporada de verano. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) insiste en diseñar planes de acción para gestionar la reapertura del espacio aéreo. Y ayer, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que agrupa al 85% del sector en España, reclamó públicamente al Ejecutivo español que exima a los viajeros internacionales que estén vacunados de realizarse un test PCR para entrar en nuestro país.
El presidente de ALA, Javier Gándara, explicó en un evento celebrado en la sede de la CEOE que, pese a que falta menos de dos meses para la llegada de la temporada estival, «el grado de incertidumbre es altísimo». Por ello, el directivo reclamó suavizar las restricciones y reabrir «de forma segura» las fronteras para «salvar el verano y afianzar el despegue del sector hacia la recuperación».
El modelo en el que se fija la organización es el de Grecia, uno de los principales competidores turísticos de España. El país heleno ha establecido que a partir del 14 de mayo los viajeros extranjeros que estén vacunados podrán entrar en el territorio sin necesidad de realizarse ningún test. «No debería ser necesario esperar al certificado verde», destacó ayer el presidente de ALA. El pasaporte sanitario de la UE no estará listo, en principio, hasta junio.
8.500 rutas suprimidas
Las aerolíneas consideran que si España se adelanta a esta medida comunitaria podría salvar gran parte de la temporada estival. En el caso de que no sea suficiente con la acreditación de que el viajero ha sido vacunado, desde la asociación proponen como alternativa el test de antígenos. «Una PCR cuesta unos 100 euros y necesitas realizar una prueba a la ida y otra a la vuelta. Así, una familia de turistas británicos de cuatro miembros puede dejarse hasta 800 euros solo en pruebas», destacó Gándara, quien también recordó que el 80% de los viajeros internacionales que llegan a España lo hacen a través del avión.
Con este SOS –el enésimo que se produce en los últimos meses– la organización pretende evitar la situación que se dio en invierno. En octubre, el apetito por viajar disparó la oferta de las aerolíneas, que esperaban operar el 75% de los vuelos que realizaron en la temporada de invierno de 2019. Finalmente, miles de estos trayectos se suspendieron debido a las restricciones y a las cuarentenas, y el sector apenas pudo operar el 35% de su oferta habitual.
Ahora el porcentaje de partida es todavía menor y las aerolíneas confían en realizar el 58% de sus vuelos en la temporada de verano. «Hay que tomar los datos con mucha cautela», aseguró ayer el dirigente de la patronal.
Al igual que la IATA, aboga ALA por «medidas regionales» y acuerdos bilaterales entre los países europeos para salir de la crisis. Desde que estalló la pandemia, la UE ha perdido más de 8.500 rutas punto a punto para volar en verano, lo que según estas organizaciones lastrará la competitividad de las compañías del Viejo Continente. «Cada vez que hay una relajación de las restricciones, la demanda se dispara. Los consumidores quieren viajar y se pueden reabrir las fronteras de forma segura», opinan desde ALA.
La persistencia del coronavirus se ha convertido en un caldo de cultivo para que los ERTE que sostienen el empleo en el sector aéreo se transformen en ERE en los próximos meses, como ya está ocurriendo en el sector financiero. «Las medidas estructurales son decisión de cada aerolínea», se limitó a explicar ayer Gándara, que aún así advirtió de que el 81% de los empleados del sector aéreo afectados por un ERTE durante la pandemia siguen inmersos en él. En total, unos 14.000 trabajadores.
Según los cálculos de la IATA, la crisis del coronavirus puede afectar a un millón de empleos en la aviación española, teniendo en cuenta puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos. Es por ello que otra de las reivindicaciones de ALA pasa por ampliar estos ERTE, al menos, hasta final de año.