Un concierto con 5.000 personas abre la puerta a la celebración de eventos masivos
∑La actuación de Love of Lesbian en Barcelona se convierte en un experimento para la pandemia. No hubo supertransmisión, solo seis contagios
Fue el primer gran ensayo hacia la normalidad en tiempos de pandemia. Un experimento clínico al ritmo de la banda Love of Lesbian que el pasado 27 de marzo concentró en el Palau Sant Jordi de Barcelona a 5.000 personas tras una mascarilla FFP2 bailando sin distancia de seguridad. El objetivo era demostrar que este tipo de eventos masivos son posibles pese a la crisis sanitaria. Ayer, un mes después de esa prueba piloto que acaparó la atención internacional, en el mismo espacio en el que se escenificó, los promotores del evento demuestran, con datos en mano, que los eventos culturales masivos son posibles.
Solo seis de los 4.592 asistentes al concierto que autorizaron a que se les realizara un seguimiento dieron positivo a la infección a las dos semanas de la celebración del evento. De estos, cuatro no se contagiaron allí porque se ha identificado la fuente de la infección. En las dos infecciones restantes queda por determinar el origen del contagio aunque los organizadores dan por sentado que no fue en el espectáculo dadas las grandes medidas de seguridad.
El éxito de esta prueba piloto abre la puerta a la celebración este verano de conciertos, partidos de fútbol y otro tipo de actividades masivas que han estado prohibidas durante toda la emergencia sanitaria. Para ello, según advirtieron los organizadores del concierto y las autoridades sanitarias, deberá establecerse antes una metodología que permita fijar una serie de pautas que hagan seguros los espectáculos y «poder abaratar costes».
Los buenos resultados del experimento permiten afirmar, según Josep Maria Llibre, especialista en Enfermedades Infecciosas de la Fundación Lluita Contra el Sida (FLSida), entidad que –junto al Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat– ha coordinado la parte clínica del experimento, que el concierto «no fue un evento de supertransmisión».
Casos leves o asintomáticos
«Les realizamos una encuesta epidemiológica a los seis que dieron positivo. En cuatro de ellos dimos con el caso índice por lo que descartamos con toda seguridad que se infectaran en el concierto; los otros dos lo más probable es que tampoco se infectaran dentro aunque no tenemos la certeza absoluta»,
asegura Llibre. Según el experto, todos los que a los catorce días dieron positivo a la infección «han pasado la enfermedad leves o asintomáticos, ninguno de ellos ha requerido ingreso hospitalario y no se ha observado transmisión secundaria a otros contactos».
Asimismo, los seis positivos detectados en la cita suponen una incidencia acumulada de 131 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo si se compara con los 260 casos por 100.000 habitantes que registraba Barcelona durante la realización del concierto. «Podemos afirmar que la gente estaba más segura en el concierto que en el resto de la ciudad», subraya el especialista.
Los responsables de la iniciativa consideran que el éxito de su experimento como un «paso sólido» que ayudará a diseñar una metodología que permita la vuelta a la normalidad al sector de la música en directo y a los eventos masivos en general. «Es una actividad segura», reivindicó Llibre.
Por su parte, la consejera en funciones de Cultura de la Generalitat, Àngels Ponsa, destacó que los departamentos de Cultura y Salud están trabajando en una comisión conjunta para que los conciertos masivos «sean una realidad este verano», aunque aclaró que todavía faltan aspectos a concretar para que sea posible. En este sentido, el doctor Bonaventura Clotet, presidente de la Fundación Lucha contra el Sida y responsable del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias de Badalona, apuntó que entre las cosas que se estudiarán a la hora de diseñar el protocolo está si es necesario cri
bar a las personas vacunadas, cuál es la validez en el tiempo del resultado de los test de antígenos, o qué medidas serían las óptimas en los eventos que se celebran en espacios abiertos.
Algunas condiciones
Poco a poco el avance en la vacunación está cambiando la forma en la que las personas inmunizadas se relacionan y se está regresando a la antigua y tan deseada normalidad. En Reino Unido el Estadio de Wembley también sirvió como prueba piloto al acoger a 8.000 hinchas el pasado domingo y en Nueva Zelanda –tierra libre de virus durante gran parte de la pandemia– o China ya se han celebrado conciertos multitudinarios sin contagios.
Según Antoni Trilla, Jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Clínic de Barcelona, los resultados del estudio presentados ayer «muestran que es posible celebrar actos multitudinarios en espacios cerrados, donde el riesgo de contagio es más elevado, si se establecen una serie de acciones preventivas. Estas deben incluir medidas básicas como el uso de mascarillas adecuadas y buena ventilación, así como una estrategia de detección activa (las pruebas antigénicas rápidas o las PCR) para identificar y excluir los casos con una carga infecciosa potencialmente elevada». Tal como apunta Trilla estas pruebas «no son infalibles», por lo que «deben ser realizadas o supervisadas por personal sanitario». Además, «se deberá asumir un cierto riesgo, que puede limitarse si se actúa con prudencia y sentido común».