«Debemos permitir equivocarnos como padres»
∑ El profesor González matiza que «las familias siempre están a tiempo de mejorar»
Ser padres hoy no es fácil. Demasiada información al respecto, mucho estrés y poco tiempo para estar con los hijos. Según apunta Óscar González, profesor de Primaria, director de Escuela de Padres 3.0 y fundador de Alianza Educativa, hace falta relajarse un poco. «En la paternidad lo hacemos mucho mejor de lo que pensamos. Lo que ocurre es que vivimos en una sociedad que nos empuja a ser los mejores en todo, como padres también. Sin embargo, no hay que compararse con otros progenitores porque eso genera mucha angustia. Debemos focalizarnos en cómo hemos crecido como padres y en si somos mejores que ayer».
El autor de ‘Educar y ser felices’ aconseja a los progenitores que no basen la educación de sus hijos solo en el control «porque eso nos lleva al autoritarismo, al ‘esto es así porque lo digo yo’». Asegura que hay otras formas de educar que nos permiten empatizar con los niños porque, aunque seamos adultos, «no hay que perder la esencia de niño que fuimos».
Considera que, efectivamente, hay mucha literatura sobre cómo educar, pero lo más importante es ser conscientes de que «nuestro pequeño no está en ningún manual». Apunta que hay que ir adaptando todo lo que se lee a la realidad propia de cada familia sin obsesionarnos con lo que pone en cada página de un manual porque hay que ser conscientes de que no siempre vamos a conseguir lo que queremos: «cada niño es diferente».
Lo importante para González es educar en la calma, aunque resulte difícil, porque «lo habitual es caer en el grito o el castigo, herramientas que usamos cuando no tenemos otros recursos. Lo que hay que saber es que gritar no es educar. Los padres debemos bajar pulsaciones en pleno enfado, buscar nuestro rincón de pensar y, si es posible, delegar en la pareja porque, al final, decimos cosas que no queremos. En ese espacio será más fácil enfocar desde fuera la situación, respirar y reaccionar de manera positiva».
Quererle por lo que es
Insiste además en que la educación se debe basar en un amor incondicional, «y no ocurre esto». Para este docente, lo condicionamos a la conducta del niño. «Todos tienen fortalezas y debilidades, y como padres debemos ser conscientes de ello y ayudarles. El hijo que tenemos delante va a cambiar mucho en su crecimiento y debemos acompañarle y quererle por lo que es y no por lo que queremos que sea. De lo contrario, en lugar de facilitarle el camino para hacerle feliz será muy desgraciado».
Lo importante es que «siempre estamos a tiempo de mejorar como padres porque es un proceso que no acaba nunca. Lo esencial es enfocarnos en lo que tenemos delante y permitir equivocarnos como progenitores. Para ello, los hijos deben ser escuchados. Hay que darles voz. Si no les escuchamos de pequeños, en la adolescencia no querrán hablarnos», concluye este asesor educativo.